El futuro de las estaciones de esquí, como centros de ocio

Cuando el arranque de la temporada blanca cumple un mes de retraso sobre la previsión inicial de la Dirección General de Deportes, a causa de la falta de nieve en las pistas, la Organización Mundial del Turismo (OMT) aboga por reconvertir los complejos invernales en centros ligados al turismo de aventura en la montaña, en los que actividades como el ciclismo, la escalada, el senderismo, el alpinismo o las carreras se combinen con el esquí, una práctica deportiva que, según esta teoría, aumenta su potencial para la atracción de visitantes cuando se logra diversificar el producto.

Desde hace dos semanas, la estación de Manzaneda cuenta por fin con tres pistas abiertas con 1,7 kilómetros de superficie esquiable y tres remontes, según la empresa concesionaria. Oca explica que permanece abierto el apartahotel, el restaurante, la cafetería, la tienda, el centro termal y la piscina climatizada.

El objetivo final de los expertos de la OMT pasa por reconvertir a las estaciones en destinos turísticos atractivos durante todo el año, sin tener en cuenta que haya un manto blanco suficiente para esquiar. Se trata, por ejemplo, de evitar que, como sucede en Galicia, el complejo permanezca cerrado por falta de nieve en plena Navidad, con el perjuicio económico que conlleva para su entorno. Este asunto reviste una especial relevancia si se tiene en cuenta que hay estudios científicos que apuntan a que el cambio climático conllevará un incremento de la temperatura que hará inviable la práctica del esquí en estaciones situadas por debajo de los 2.000 metros de altitud, a no ser que se instalen costosísimos sistemas de innivación artificial. Manzaneda tiene sus pistas por debajo de la cota marcada por los expertos en climatología, al estar situada a 1.500 metros de altitud. La última esperanza para sacar a flote a la estación gallega, que desde finales de los ochenta necesitó inversiones millonarias para paliar las pérdidas, pasa por otro proyecto de nueve millones para llevar nieve artificial que la Xunta estuvo a punto de aprobar hace un año pero que ha quedado aparcado a la espera de informes técnicos. Las obras para instalar un complejo sistema de innivación estaba previsto que comenzaran este año para cubrir de blanco las pistas de esquí, al menos, 120 días al año. Manzaneda, al igual que otros complejos del norte de la Península, aún tiene dificultades para que la nieve se mantenga todo el invierno a excepción del éxito en jornadas puntuales. Por eso, la diversificación de la oferta de ocio ajena al esquí propuesta por la OMT es una iniciativa aplaudida por el sector turístico gallego como una posible solución a la eterna crisis del complejo invernal gallego.

El planteamiento de la OMT sobre el futuro de las estaciones centrará el Congreso Mundial de Turismo de Nieve y Montaña que se celebrará el próximo marzo en Andorra. La cita, que alcanza su novena edición y está considerada como la más importante de Europa en su ámbito, reunirá a especialistas de prestigio internacional para presentar diversas experiencias de estaciones y territorios en los que la nieve es un aliciente más dentro de una oferta global ligada a la montaña.

"Las montañas tienen recursos turísticos únicos que, si se utilizan de manera sostenible, son capaces de atraer visitantes que pueden disfrutar del entorno natural y del clima saludable no so-lo para esquiar, sino también para desarrollar otras actividades capaces de mantener y promover la conservación de los recursos naturales", subrayan los organizadores del evento, que insisten en la necesidad de plantear "productos innovadores y diversificados" que tengan en cuenta lo que busca el consumidor.

Los debates del congreso de Andorra versarán sobre los mejores enfoques para la diversificación de la oferta, nuevos productos innovadores para destinos de montaña o las últimas tendencias en materia de marketing.