El gasto en dependencia y sanidad también se someterá al escrutinio del Consello de Contas en 2016. Este órgano fiscalizador apela a "la importancia de las políticas sociales para mejorar los sistemas de protección a las personas dependientes y con discapacidad, a las que se destinan año tras año un importante volumen de recursos". Por esa razón, durante este año analizará la evolución del gasto de la Xunta en centros residenciales y "verificará la eficacia y eficiencia" en el uso de estos fondos públicos. Entre sus objetivos estará medir el peso que el gasto en estas plazas residenciales tiene en relación a otro tipo de servicios como el pago a cuidadores familiares.

Su objetivo es averiguar si se han cumplido los objetivos en cuanto al mantenimiento y creación de nuevas plazas residenciales, fijados en los planes estratégicos de la Xunta.

La farmacia hospitalaria también será objeto de control por parte del Consello de Contas. El Sergas ha centrado hasta ahora sus esfuerzos en rebajar la factura que suponen para las arcas públicas los medicamentos dispensados en farmacia. Pero también hay gasto farmacéutico en los hospitales. Según el órgano fiscalizador que presidente José Antonio Redondo, en 2014 ascendió a 335 millones (excluyendo los fármacos que se dispensan en las boticas hospitalarias a pacientes no ingresados).