La decisión de la cúpula estatal de liquidar la dirección de Podemos en Galicia y constituir una gestora cúpula Podemos Galicia gestoralejos de desatascar la grave crisis interna que atraviesa la formación morada en la comunidad autónoma ha enquistado aún más el problema. Su secretario xeral, Breogán Riobóo, se ha atrincherado en su cargo y se niega a dimitir o convocar primarias para renovar liderazgo -la disolución del Consello Cidadán Galego no conlleva la destitución del número uno del partido-. Ante esta actitud, el diputado coruñés Antón Gómez-Reino, muy cercano a Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, junto a la también parlamentaria Ángela Rodríguez, le piden que "no se aferre" al cargo y lo acusan de "cerrazón al diálogo".

Riobóo mantiene desde las pasadas elecciones generales un pulso con el sector de Gómez-Reino, uno de los hombres fuertes de Pablo Iglesias en Galicia y que se visualiza como posible relevo al actual secretario xeral. La pugna interna se evidenció ya con la decisión de Riobóo de destituir a Gómez-Reino y Ángela Rodríguez como miembros de la ejecutiva a pocas semanas de los comicios con el argumento de que debían centrarse en su actividad como diputados de En Marea en el Congreso. Pero fueron sobre todo las palabras del secretario xeral de Podemos Galicia cuestionando la alianza creada con Anova e Izquierda Unida para concurrir a las elecciones y abriendo la puerta a presentarse en solitario a las autonómicas previstas para después del veranoPodemos Galicia alianza Anova Izquierda Unidaautonómicas lo que desetó la guerra interna y le valió incluso los reproches de Pablo Iglesias, firme defensor de repetir la fórmula de En Marea.

Empezaron las dimisiones y ceses en cascada hasta el golpe de gracia: diez miembros del Consello Cidadán, entre ellos Gómez Reino, Ángela Rodríguez y el senador José García Buitrón, presentaron su dimisión. Esto obligó a disolver este órgano de dirección y anunciar la creación de una gestora.

Sin embargo, la decisión adoptada por la cúpula estatal no incluye el cargo de secretario xeral, que es además quien tiene la potestad para convocar primarias. Solo en última instancia la dirección nacional del partido podría convocar elecciones para renovar el liderazgo. Y Riobóo se niega de momento a dejar el cargo. "Yo ya fui escogido", alega añadiendo que no entiende la necesidad de crear una gestora. Además denuncia que todo ha sido una operación orquestada desde Madrid. "Es curioso que la dirección nacional supiera el 8 de febrero que los diputados de En Marea y su senador iban a dimitir al día siguiente", denunció.

Gómez-Reino no oculta las discrepancias con Riobóo. "Hay una parte importantísima de inscritos en Galicia que no concuerdan con la línea discursiva del actual secretario xeral. No habría que continuar con este ruido que no ayuda a nadie. No ayuda al cambio en Galicia ni al cambio en las autonómicas", apunta. Ángela Rodríguez asegura que "por supuesto que sí" ha sido una decisión hablada con la cúpula estatal. "Hablada e informada. Nosotros lo que no queríamos es que continuase la situación de parálisis e inmovilismo y pensamos que esto era un paso que se podía dar para desbloquear la situación", explica.

Desde la cúpula estatal explican que "lo lógico" es que Riobóo dimita puesto que además al nombrar una gestora sus atribuciones quedan mermadas. No podrá hacer nombramientos ni destituciones y tendrá que consensuar todos los posionamientos políticos, lo que incluye la decisión sobre una posible confluencia con Anova y EU de cara a las autonómicas. En caso de que Riobóo no deje su cargo, la dirección de Podemos podrá forzar unas elecciones primarias.