Galicia cerró 2015 con el dato provisional de 368 millones de euros de déficit público, lo que supone el 0,67% del PIB, de manera que cumple el objetivo de estabilidad financiera fijado por el Ministerio de Hacienda para las comunidades, que era de un 0,7%. El dato lo aportó ayer, en rueda de prensa, el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, quien destacó que esta cifra supone un descenso de tres décimas respecto al déficit con el que acabó Galicia 2014, un 0,98% del PIB.

Martínez definió a Galicia como una comunidad "cumplidora", que "un año más es solvente y mantiene su autonomía financiera", lo que tiene efectos "beneficios" en los ciudadanos. Así, no se gasta "por encima" de "lo que se puede asumir", con el objetivo de no dejar "cargas" a las próximas generaciones. "Un año más, Galicia cumple su objetivo de déficit, reducimos el déficit, se endeuda menos, invierte el máximo posible y paga con asiduidad", dijo.

Para este año el objetivo de déficit es del 0,3%, que se rebajará al 0,1% en 2017 para a partir de 2018 moverse ya en equilibrio presupuestario, es decir, con el mismo nivel de gastos que de ingresos, sin necesidad de recurrir a la deuda como fuente adicional de financiación. En este escenario de futuro, el conselleiro de Facenda aseguró que la deuda, que alcanzó su techo histórico en el tercer trimestre de 2015 con más de 10.200 millones de euros, "debería comenzar a bajar" a partir de 2017. Así contrapuso que en 2008 Galicia era la cuarta autonomía con más deuda y ahora la sexta con menos, siempre que se mida en relación al PIB. Está en el 18,6%, lo que supone cinco puntos menos que la media de las autonomías.

Sobre el objetivo de que la deuda sobre el PIB sea del 15% en 2020, Valeriano Martínez indicó que, en base a la información facilitada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Galicia es "una de las pocas comunidades en condiciones" de cumplirlo, si bien ha dicho que la previsión no será viable hasta 2021. El pasado año se destinaron 303 millones de euros a gastos de los intereses de la deuda, que se prevé que desciendan hasta unos 250 millones de euros en 2016.