El turismo gallego cerró 2015 con los mejores resultados desde la crisis que permitieron al sector afrontar con optimismo este ejercicio. El primer trimestre suele ser complicado para los hoteles de la comunidad con cifras muy bajas y no es hasta primavera cuando empieza a notarse el movimiento. Pero este año ya arrancó con mejor pie y en enero, pese a ser temporada baja, los establecimientos hoteleros alcanzaron la ocupación más de los últimos siete años, si bien apenas se llenaron el 18% de las más de 46.000 plazas ofertadas el mes pasado, un porcentaje que se eleva al 30% en las grandes ciudades.

Aumentar los precios y los ingresos son los retos que pretenden superar este año los alojamientos porque durante la crisis se vieron obligados a mantener la ocupación a costa de bajar tarifas y realizar ajustes. El mes pasado lograron los mayores ingresos en el último lustro con casi 11 euros por plaza, mientras que en el arranque del año de los cinco ejercicios anteriores la rentabilidad se movía entre ocho y nueve euros por habitación. Esta subida se debe en parte al incremento de las tarifas en un euro por cuarto -2,3% más- hasta los 47,1, lo que supone además la cuantía más elevada desde 2012, según los datos publicados ayer en el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Aún así, Galicia se coloca en el último puesto en comparación con el resto de autonomías tanto en lo que se refiere a ocupación -25,5 puntos por debajo que la media estatal-, tarifas -25 euros menos- y rentabilidad, al ingresar también 25 euros menos que en la media nacional por cada plaza.

Para el representante de la provincia de A Coruña en el Clúster de Turismo de Galicia, Francisco Canabal, "no vale de nada tener mucha ocupación si no hay rentabilidad", pero admite que es complicado convencer a las grandes cadenas de que suban los precios. De todas formas, señala que lo que marcará el aumento de las tarifas en los próximos meses será la evolución de la demanda y los hoteles de la comunidad sí que están notando ya que la gente "no quiere estar en casa y se anima a viajar también en invierno" con escapadas de fin de semana. Esa recuperación también se percibe -apunta- en la antelación de las reservas. Si durante la crisis los turistas esperaban hasta un par de días antes para pedir una habitación en un hotel, en algunos negocios a estas alturas ya tienen reservas para Semana Santa e incluso para junio.

Además de la subida de los precios, otra asignatura que se le resiste al turismo gallego es la estancia media. Los turistas que visitaron el mes pasado la comunidad gallega apenas se quedaron 1,7 días, la cifra más baja desde que el INE tiene registros. Solo A Coruña y Pontevedra superan la media autonómica con 1,79 y 1,88 días respectivamente.

Los datos positivos para los hoteles gallegos en ocupación, precios e ingresos en enero dan "ánimo" a los empresarios turísticos para afrontar este ejercicio y confiar en que de nuevo se batirán récords. Canabal avisa de que la recuperación tiene que hacerse "poco a poco" pero señala que en algunos negocios ya están empezando a hacer reformas que durante la recesión eran impensables y se está empezando además a contratar más personal. "Todo el mundo quiere tener su hotel a punto para el verano", indica.