El PSOE trata de frenar la escalada de tensión con las mareas que en vísperas de la investidura abocada al fracaso de Pedro Sánchez había subido de peldaños y que amenaza con enturbiar cualquier entendimiento ante un posible pacto de gobierno entre ambas formaciones tras las elecciones autonómicas previstas para después del verano. Desde la dirección del PSdeG, el propio Besteiro elevó la semana pasada la presión sobre los concellos de A Coruña, Santiago y Ferrol advirtiéndoles del apoyo que su partido dio a los alcaldes de las mareas en las municipales del 24-M . A la queja generalizada en el PSOE de que los regidores de Podemos "no tienen cultura de pacto", "actúan como si gozasen de mayoría absoluta", "carecen de experiencia en gestión municipal" y algunas ciudades "están paralizadas", Ferraz y O Pino trataron ayer de tender nuevos puentes negando cualquier "amenaza" a los del partido morado y asegurando que "no peligran" las alcaldías de Podemos apoyadas por el PSOE pese al "sectarismo" de Pablo Iglesias.

Con la vista puesta no solo en la investidura de Sánchez sino también en las próxima cita con las urnas en Galicia, Besteiro cuestionó la semana pasada la falta de apoyo de En Marea a los socialistas al tiempo que le recordaba que "el PSdeG lo hizo en las ciudades después de las últimas municipales porque entendió que era el momento del cambio y dijo sí a ese cambio". A lo que no hizo mención entonces el líder del PSdeG fue a la Presidencia de la Diputación de A Coruña que su partido logró con el apoyo de la Marea Atlántica, que renunció a entrar en el gobierno provincial. A diferencia de lo que ocurre en los ayuntamientos gobernados por las mareas, que torpedean la gestión del gobierno local en asuntos clave como la aprobación de los presupuestos, el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, le replicó entonces a Besteiro que en la corporación provincial su formación facilita "la gobernabilidad día a día", una situación que en el Concello -cuestionó- resulta "dudoso" decir que hacen los socialistas.

Horas después de que Pedro Sánchez desmintiese ayer que el PSOE vaya a dejar caer a alcaldes de Podemos que gobiernan con el apoyo o la abstención de los socialistas por la posición de Iglesias en las negociaciones de investidura del presidente del Gobierno, Besteiro negó "amenazas" a las mareas, pero les volvió a pedir que faciliten un "cambio real" para el Gobierno de España como hicieron los socialistas en los ayuntamientos el 24-M.

"Entendíamos que lo que tocaba era propiciar ese cambio, y eso es lo que pedimos a otras fuerzas políticas, que facilitaran el cambio", argumentó el líder del PSdeG, quien añadió que "nunca" pidieron "un cheque en blanco" para apoyar a las mareas, pero sí la "disponibilidad" para que el cambio fuera "real".

Este tono suavizado de Besteiro contrasta con las críticas más encendidas de barones socialistas como Abel Caballero, quien este fin de semana acusó a los gobiernos de las mareas de sembrar "el caos absoluto" y en concreto, a los alcaldes de A Coruña y Santiago, de tener sus ciudades "hechas unos zorros". Estas críticas del alcalde de Vigo obedecen más a la batalla que deberá librar su partido de cara a las próximas autonómicas que a un intento de presionar a Podemos para llegar a un gobierno del cambio en Madrid. Y es que una de las grandes sorpresas en las elecciones generales con respecto a las municipales de mayo fue el resultado en Vigo. Si en A Coruña las mareas y el PP mantuvieron otra vez una estrecha disputa por ser la fuerza más votada, en la ciudad más grande de Galicia el PSOE se desplomó. En Marea se erigió en el partido más votado (con casi el 34% de los votos), con los populares detrás (más del 27% de los sufragios) y los socialistas en tercer lugar (tan solo el 22%). En los comicios locales, Caballero se hizo con una abultada mayoría absoluta, un apoyo al partido del puño y la rosa que tan solo siete meses después se desvaneció.

Desde A Coruña, Xulio Ferreiro ironizó ayer sobre las palabras de Caballero, en las que dijo apreciar cierto "resquemor". "A lo mejor el día del derbi no quedó muy contento", replicó el alcalde coruñés a su homólogo en Vigo, al tiempo que rechazó meterse con lo que pasa en la ciudad olívica. Ferreiro recordó además a Caballero que "si quiere ocuparse de lo que pasa en A Coruña, dentro de tres años y medio hay elecciones".

Elecciones autonómicas

En un intento de minimizar el alcance de las críticas de los últimos días del PSOE a Podemos y las mareas, el regidor coruñés apeló al "entendimiento" con los socialistas de cara a las autonómicas con el objetivo de conformar en Galicia una "mayoría social" que arrebate la Presidencia de la Xunta al PP. "El PSOE tiene que saber de qué lado está", reiteró. "Si los enemigos son las mareas y no el PP, todo bien; pero si queremos que pueda haber una mayoría política que responda a la mayoría social -advirtió Ferreiro-, eso pasa por un entendimiento entre el PSOE, o lo que quede de él, con las mareas".

Para el alcalde de Santiago, Mariño Noriega (Compostela Aberta), las críticas no solo del PP sino también ahora del PSOE a las mareas responden a su "miedo" porque pueden optar a liderar un cambio de gobierno en la Xunta. Pese a la "distancia política" entre Feijóo y Caballero, según Noriega, ahora "van de ganchete" frente a "la amenaza de un cambio de políticas".

Según el alcalde de Santiago, el escenario actual de presiones a las mareas no responde a los resultados de las elecciones generales sino a una "escenificación con vistas a unos nuevos comicios".