La abstención de PSdeG y BNG permitió ayer la aprobación inicial en pleno de los presupuestos de Santiago de Compostela -que asciende este año a 102 millones de euros- y de esta manera se convierte en la primera de las tres grandes ciudades gobernadas por las mareas que saca adelante sus cuentas. Compostela Aberta había prorrogado hasta ahora los presupuestos aprobados por el PP en el anterior mandato municipal y las posibilidades de consenso para aprobar las nuevas cuentas parecían, en un principio, escasas debido al clima de enfrentamiento que había entre el equipo de gobierno, liderado por Martiño Noriega, y la oposición, incluidos PSOE y BNG. El propio regidor había advertido que si no aceptaban su proyecto de presupuestos se sometería a una moción de confianza.

PSOE y BNG facilitaron con su abstención la aprobación de las cuentas por "responsabilidad" para no frenar la acción de gobierno, aunque advirtieron de que tampoco les convencen las cuentas de Compostela Aberta. De hecho, el grupo socialista se había mostrado hasta la fecha bastante beligerante con el gobierno de Martiño Noriega. Pero, la semana pasada el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, garantizó el apoyo de los socialistas a los alcaldes del cambio en Galicia. Fue un guiño a las mareas, a quien les reclama su respaldo para llegar a Moncloa, al margen de Podemos. De hecho, el líder socialista se reunió en A Coruña con el regidor Xulio Ferreiro para intentar ganarse su apoyo.

El compromiso de Sánchez de garantizar el gobierno de las mareas en A Coruña, Ferrol y Santiago llegó en un momento en el que el PSdeG, tanto a nivel municipal como desde la dirección gallega, marcaba arremetía contra la coalición que integran Anova, Podemos y Esquerda Unida (EU). Pero de cara a las próximas elecciones autonómicas el entendimiento entre las mareas y el PSdeG será necesario si consiguen arrebatarle la mayoría absoluta al PP gallego.

En Santiago los socialistas dieron el primer paso para desbloquear las relaciones con las mareas al abstenerse en la aprobación de las cuentas, al igual que el BNG. Por su parte, el PP gallego votó en contra: "Son unos presupuestos decepcionantes, como el inicio de su legislatura", dijo su portavoz, Agustín Hernández a Noriega.