La nueva Lei do Solo entró en vigor ayer. Se trata de una norma modificada una docena de veces desde el año 2002 que ahora se intenta convertir en definitiva. Entre sus novedades, una de las de mayor impacto para los ciudadanos será la obligación de rematar las fachadas de las edificaciones bajo la amenaza de multas acumulables que pueden sumar 25.000 euros en quince meses si se desobedecen los requerimientos.

Siga leyendo la noticia en Orbyt, o suscríbase a La Opinión de A Coruña y tenga acceso completo a todas nuestras noticias sin límites.