Una inversión de 551 millones de euros. Es la cantidad que la Asociación Española de la Carretera (AEC) considera necesaria para que los más de 7.800 kilómetros de la red viaria de Galicia se encuentren en buen estado, lo que supone casi 70.540 euros por cada kilómetro para compensar la falta de inversión acumulada durante la crisis. El estudio Necesidades de Inversión en Conservación de la organización destaca que a nivel nacional este déficit creció un 7% en los dos últimos años y alcanza los 6.600 millones, más de 4.500 millones en las vías de la red autonómica.

El presidente de la asociación, Juan Francisco Lazcano, alerta de que si no se actúa de forma urgente antes de 2020 para atajar el estado de conversación "muy deficiente" que presentan las carreteras, será necesario "reconstruir completamente buena parte de las vías". Y a esta situación se ha llegado -alega- porque durante el último lustro apenas se realizó "el mantenimiento ordinario" que es el que permite conservar el buen estado de las carreteras, lo que obliga a la sustitución una vez que su deterioro se agrava.

Elementos a mejorar

Entre las carencias en las vías de Galicia, la AEC califica como "deficiente" el estado del pavimento. La comunidad gallega se colocó el año pasado en el sexto lugar por la cola, si bien recuperó siete puntos en dos años en el indicador territorial para medir la conservación de los firmes. Su puntuación es de 134 puntos, 13 menos que los 147 de la media española y a 66 de distancia respecto a los 200 que la AEC considera "aceptables" en un baremo que oscila desde el 0 (muy deficiente) a 400 (estado perfecto). Al nivel óptimo solo llegan dos autonomías: Extremadura con 221 puntos y País Vasco con 209. En el otro extremo de la tabla se sitúan Asturias y La Rioja, que con 98 y 94 puntos respectivamente, son las únicas comunidades en las que el pavimento de las vías es "muy deficiente".

En cuanto a la señalización, las carreteras gallegas se quedan a cuatro décimas de conseguir el aprobado con un 4,6 -0,7 puntos más que los que recibió en 2013- en lo que se refiere al estado de las señales verticales, una puntuación que se compensa con el 5,7 alcanzado en la señalización horizontal, pese a bajar del notable cosechado en 2013. También bajan de nota las barreras metálicas de seguridad, que pasan de un 5,3 a un 4,1 desde 2013 a 2015, lo que supone la tercera peor nota de toda España.

De todos los elementos de equipamiento vial que analiza la Asociación Española de Carreteras en su estudio, el que presenta un estado más saludable es el balizamiento. La conservación de los hitos de arista, los captafaros, los paneles direccionales y las balizas instaladas en las vías de la comunidad gallega experimentó una notable mejoría, al ganar más de dos puntos y pasar de un 5,8 a un 8, un punto más de la media nacional y en el quinto puesto en el ranking nacional.