Tras ganar las primarias del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga lanzó ayer su candidatura a la Xunta en un acto celebrado en Santiago a donde acudió arropado de cargos representativos del partido. "Con el corazón limpio y los brazos abiertos", apeló a la "unidad" del partido y prometió que usará la "fuerza" que le dieron los militantes que lo apoyaron en este proceso interno "no contra nadie, ni para romper". Y con la mirada puesta ya en las elecciones autonómicas proclamó que el PSdeG es "la única alternativa seria y solvente" para lograr el cambio en la Xunta.

Con Leiceaga el partido busca abrir una nueva etapa, tras la abrupta dimisión de su líder, Xosé Ramón Gómez Besteiro, acorralado por las imputaciones judiciales en varios casos que investiga la juez Pilar de Lara. El ahora candidato a la Xunta, que durante el proceso de primarias hizo de la renovación del partido su bandera, quiso escenificar el cambio dando voz a caras nuevas llamadas a ser los futuros referentes del partido. Así, junto a la presidenta de la gestora, Pilar Cancela, intervino también Gonzalo Caballero, quien apoyó la candidatura de Leiceaga tras retirarse de la carrera por las primarias, y que fue de los más ovacionados. Y se dio voz también a Mayra Gómez, alcaldesa de Trabada y la más joven de Galicia, al regidor de Ames, José Miñones, la edil de Vilagarcía, Tania García, el secretario xeral de Xuventudes Socialistas, Aitor Bouza, y el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), Alfredo García.

Junto a ellos, aunque en segundo plano, acudieron otros veteranos dirigentes como José Blanco, además Xosé Sánchez Bugallo o Beatriz Sestayo, que en las primarias habían respaldado la opción de Xosé Luis Méndez Romeu, que precisamente fue una de las ausencias más sonadas.

Sin embargo, no fue el único que faltó al acto. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, no pudo acudir por problemas de agenda y la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, se encontraba de viaje oficial en Oporto. Y, entre las ausencias, también se contaron las de la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, o los presidentes de la corporación provincial de A Coruña,Valentín González Formoso, o el de Lugo, Darío Campos.

En su primer gran acto público como candidato, Leiceaga arremetió contra el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, del que dijo que "tenía fama de buen gestor y se quedó en contable" y también reivindicó al PSdeG como alternativa de izquierdas frente a En Marea. "Para que los ciudadanos le otorguen a alquien la confianza éste debe querer gobernar y no solo hacer ideología o concentrarse en la retórica y en los símbolos", criticó.

Para que el PSdeG protagonice el cambio tras las elecciones autonómicas, apostó por aprovechar el "impulso transformador que hoy vive Galicia" y hacer que "concluya en un gobierno progresista, encabezado por el Partido Socialista después de los comicios previstos para otoño". Además, también destacó el recién finalizado proceso de primarias internas que, a su juicio, permitió "acercar a los gallegos los valores socialistas". Con todo, reconoció que la "unidad es imprescindible" para "construir esta alternativa en un contexto de extrema competencia". "La sociedad no nos perdonaría la pequeñez de miras, los líos estériles y va a premiar la unidad a favor de proyectos políticos de altura", manifestó. Dejó claro que utilizará la "fuerza" que los militantes le otorgaron en este proceso interno, en el que venció a Méndez Romeu, para "unir a todos".