"Eso de 'no me dio tiempo' a revisar una causa, no es justificación para pedir su prórroga", advierte Evaristo Nogueira, presidente del Consello da Avogacía de Galicia. Ante la revisión en masa de cientos de asuntos en la recta final del proceso, los letrados auguran una avalancha de impugnaciones y recursos porque, entienden, esa motivación por parte de los fiscales para pedir la prórroga no atiende al criterio de circunstancias "sobrevenidas" que recoge la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Esta posibilidad queda reservada para causas complejas, que bien por la necesidad de conseguir más pruebas, así como por el volumen de investigados o de informes periciales se exija ampliar la instrucción entre 18 meses y un máximo de 36 meses. "Es ilógico plantear una prórroga porque se intenten salvar los plazos pero sin revisar la causa", sentencia Nogueira, quien reconoce que sin los presupuestos y recursos humanos suficientes, la reforma de la ley está abocada "al fracaso". Además advierte de que ha sido un "error grave" del legislador fijar una norma con retroactividad, de manera que los fiscales no solo tendrán que revisar los asuntos que surjan desde la entrada su vigor, sino también todos aquellos que estaban pendientes en los juzgados el 6 de diciembre. "Es una ley del siglo XIX parcheada; con esta reforma solo se complicarán más los procesos penales", concluye Nogueira.