Hace casi cinco años comenzaron a practicarse controles de droga en las carreteras españolas. Desde entonces se fue ampliando el número de test realizados, aunque por el momento no se realizan con carácter generalizado ya que los agentes de Tráfico disponen de un número reducido de dispositivos para practicarlos debido a su elevado precio.

Como en el caso de los test de alcoholemia, los de drogas son obligatorios para los conductores requeridos por los agentes. Quienes se nieguen a realizarlo se enfrentan a una pena de prisión que va de los seis meses a un año y la privación del derecho de conducir entre uno y cuatro años. Los conductores que den positivo tendrán que abonar una multa de 1.000 euros y además le serán retirados seis puntos del permiso de conducir.

ESaliva. Si el agente que da el alto a un vehículo en un control observa síntomas de que el conductor ha podido consumir drogas (temblores o inquietud) es cometido a un test de saliva para comprobar la presencia o no de sustancias ilegales.

EPositivo. Si el test da positivo en algún tipo de sustancia se toma una segunda muestra de saliva.

ELaboratorio. Los resultados se envían al laboratorio toxicológico, con cadena de custodia para garantizar que durante el transporte no sufra manipulación alguna. Ahí se realiza la prueba evidencial que se confirma la sustancia ingerida y su cantidad.

EAnálisis. Los resultados del laboratorio se unen al informe de la Guardia Civil y se inicia el expediente sancionador. La práctica totalidad de los realizados en Galicia se quedan en una multa.

ESangre. El conductor puede solicitar que se le practique un análisis de sangre como prueba de contrataste.