El Ministerio de Agricultura ha dado un paso al frente para erradicar los contratos basura en el sector lácteo. Tras las denuncias de las últimas semanas por parte de ganaderos gallegos, el Gobierno central ha puesto en marcha una investigación sobre la compra de leche a pérdidas en las explotaciones gallegas. Más de 2.000 contratos lácteos serán revisados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) en Galicia, organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, ante la existencia de granjas que en la actualidad cobran por litro de leche por debajo de 24 céntimos, cuando el coste de producción fijado por el propio Gobierno central está en 30 céntimos.

Hace unas semanas, la AICA empezó a enviar notificaciones a las explotaciones afectadas en concepto de "requerimiento de información sobre relaciones comerciales", según avanzaron ayer desde Unións Agrarias, sindicato que puso en conocimiento del organismo dependiente de Agricultura esta posición de "dominio" por parte de la industria. En estas misivas, la agencia estatal pide datos sobre la situación contractual con la empresa encargada de la recogida de leche en la explotación. Desde la duración del contrato, la posibilidad de optar por otras ofertas, las posibles amenazas a los ganaderos sobre la recogida de la producción o las modificaciones unilaterales de las condiciones del contrato. A finales del pasado mes de junio, el secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, denunciaba que la crisis del lácteo no afectaba "por igual" al conjunto del sector en España y que más de 3.000 explotaciones gallegas cobraban la leche "en pérdidas", por debajo de los costes de producción. García situaba entonces en tres céntimos por litro el diferencial respecto a la media española y advertía de que un 30% de explotaciones cobran por debajo de los 24 céntimos el litro, "en pérdida mensual", al tiempo que se penalizan "de modo brutal" los volúmenes de producción.

Desde UUAA, reclaman un mayor control a los primeros compradores que "utilizan las industrias para tirar los precios", así como la trazabilidad de la producción y el incremento de la vigilancia para que la leche que se paga a 18 céntimos y que se retira del mercado con destino a polvo no acabe de nuevo, líquida o sólida, a la venta en el supermercado.

Tras la denuncia hecha el mes pasado sobre Lactalis, marca francesa a la que UUAA acusa de no pagar a los ganaderos gallegos, representantes del sindicato agrario se reunieron esta semana con el cuadro directivo de la empresa para exigirles que dejen de hacer una "apropiación indebida sobre las rentas de los ganaderos" al no revertir en la liquidación de la leche los dos céntimos acordados con la distribución tras las movilizaciones del pasado mes de diciembre.