Alfredo Suárez, nieto del alcalde de A Coruña fusilado en 1936, Alfredo Suárez Ferrín, ha asegurado hoy que no se debe olvidar lo ocurrido tras el golpe de Estado y sobre la posibilidad de perdonar a los que actuaron con el bando sublevado, pero ha asegurado que para eso "el que agrede debe pedir perdón".

Dos centenares de personas han acudido a un acto de recuperación de la memoria democrática de los ayuntamientos de la provincia, donde se ha recordado la figura de diversas personalidades que fueron ejecutadas a partir del golpe de Estado de 1936.

Al acto han acudido representantes de todos los grupos políticos con el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso (PSOE); la vicepresidenta, Goretti Sanmartín (BNG); y los portavoces del PP, Agustín Hernández; Marea Atlántica, Daniel Díaz; Alternativa dos Veciños, Ángel García Seoane; y Compostela Aberta, Manuel Dios.

El momento más emotivo ha llegado con la intervención de Suárez, que ha evocado acerca de "olvidar y perdonar", que lo primero no se debe hacer "nunca" y lo segundo "es muy difícil".

"Para perdonar, el que agrede tiene que pedir perdón. En cuarenta años de dictadura, nunca lo hicieron. Los agredidos tuvieron que vivir semiocultos, callados y con miedo", ha subrayado.

Suárez ha reconocido que "hubo muertos en los dos bandos" de la guerra, pero los ganadores eran "mártires tratados con honores y prebendas", algo que no ocurrió con los afines al legítimo Gobierno de la República.

"De los nuestros no se podía hablar y cuando se hablaba se añadía: 'Algo malo habrán hecho'. Hoy todavía quedan muchos asesinados en montes, cunetas y fosas comunes", sin que sus cuerpos hayan sido exhumados, ha destacado.

Ha señalado que en numerosos casos, como el de su abuelo, ha habido sentencias condenatorias por graves delitos, emitidas por tribunales militares que entonces actuaban contra la legitimidad del Gobierno elegido democráticamente.

"Hoy no se pueden anular las sentencias. Mi abuelo y muchos más quedan como traidores y su honor en entredicho", ha reprochado Suárez ante alcaldes de la gran mayor parte de municipios de la provincia de A Coruña y numerosas personalidades.

Sanmartín ha detallado que la iniciativa pretende "homenajear de manera oficial todos los cargos políticos represaliados, en especial los que formaban parte de los ayuntamientos".

Ha subrayado que las víctimas, entre las que figuran los antiguos regidores de A Coruña, Ferrol y Santiago de Compostela, respectivamente Alfredo Suárez Ferrín, Xaime Quintanilla y Ánxel Casal, tuvieron "vidas truncadas por ideales de libertad y de justicia".

En su intervención, Sanmartín ha anunciado que la Diputación prevé elaborar una lista de represaliados y ha comentado que mañana en la reunión plenaria se retirarán todos los honores atribuidos al dictador Francisco Franco.

González Formoso ha incidido en que todos los homenajeados fueron "víctimas de una cruel represión" porque defendían la democracia, entre los que están los que entonces eran presidente y vicepresidente de la entidad provincial.

Para el presidente de la Diputación coruñesa, rendir un homenaje a las víctimas de la represión de la dictadura franquista es "un acto de justicia" que pretende "devolver la dignidad" y recuperar las figuras que destacaron la "importancia esencial de mantener el sistema democrático".

La lista de represaliados la completan los alcaldes de Mañón, Jesús Castaño Galdo; Fisterra, Cipriano Fernández Brage; Cedeira, Manuel Fernández Freijeiro; Sada, Antonio Fernández Pita; y de Santiago de Compostela, José Germán Fernández.

A ellos se unen los regidores de Betanzos, Tomás López Datorre; Serantes, Alejandro Porto Leis; Mugardos, Juan Prieto Balsa; Cabanas, Álvaro Puentes; Monfero, Pablo Rico Couceiro; Fene, Ramón Souto González; y Arzúa, Juan Manuel Vidal García.