Galicia está marcada en rojo en los mapas de incendios del Ministerio de Medio Ambiente. Desde el lunes, en tan solo cinco días, las llamas devoraron más de 6.500 hectáreas en los montes gallegos, un balance que supone más del 70% de la superficie reducida a cenizas en lo que va de año en la comunidad y la tercera parte de todo lo que ardió en España. La superficie devastada esta semana equivale a casi el doble de la extensión de la ciudad de A Coruña. En solo tres días, entre el martes y ayer, según datos de la Xunta, se registraron en Galicia un total de 193 incendios, lo que supone para los servicios de extinción tienen que hacer frente a casi tres focos a la hora, más de sesenta cada jornada.

La virulencia de las llamas de los últimos días puso en alerta a núcleos de varios ayuntamientos gallegos, lo que obligó a desalojar a más de 2.500 vecinos. A última hora de ayer, la Consellería de Medio Rural mantenía activado el nivel de alerta 2 por amenaza a la población debido a la proximidad de los focos a las viviendas en los municipio coruñés de Porto do Son (en las parroquias de Xuño y Caamaño), y en el concello más castigado por las llamas este verano, Arbo, con más casi 1.600 hectáreas reducidas a cenizas. A lo largo del día la situación 2 decretada en la localidad pontevedresa de Crecente fue desactiva, al mismo tiempo que el incendio quedó estabilizado.

Al cierre de esta edición, un total de 14 incendios todavía no habían sido sofocados. De ellos, permanecían fuera de control los registrados en los municipios pontevedreses de Catoira (en la parroquia de Dimo), y de Cotobade (Carballedo), en ambos casos con una superficie afectada de más de 20 hectáreas. Y ya habían sido estabilizados los focos de Santiago (800 hectáreas), Avión (345), Laza (50), Crecente (300) y Cerdedo (20). Bajo control están las llamas en A Laracha (20 hectáreas arrasadas), Cee (180), los dos focos de Soutomaior (400 en Arcade y 230 en el de la parroquia homónima) y Caldas de Reis (300 hectáreas quemadas). En las últimas horas también se dieron por extinguidos, por otra parte, incendios en Tenorio, en Cotobade (con el resultado de 365 hectáreas quemadas desde el lunes) y en Mondariz (200 hectáreas).

En las localidades donde la Xunta activó el nivel de alerta 2, la colaboración entre vecinos y brigadistas resulta indispensable para sofocar las llamas. En las localidades amenazadas por las llamas, los vecinos viven estos días con cubos de agua apostados en las puestas de sus casas, con tractores con cisternas recorriendo de manera continua los caminos de tierra para humedecerlos a modo de cortafuegos y con mangueras para ayudas a los equipos de extinción.

Estas imágenes se repiten en cada parroquia asolada por las llamas. "El suelo es dinamita ahora mismo, dinamita pura debido a cómo está el terreno, totalmente seco", lamenta un vecino de la parroquia de San Xoán (Arbo).

En su visita ayer por la mañana al Centro de Coordinación Central de Incendios, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, informó de que la superficie quemada en Galicia en lo que va de año ronda las 8.800 hectáreas. En concreto, la mitad de esa superficie se atribuyen a tan solo cuatro incendios, concretamente los registrados en los municipios de Arbo, Crecente, Soutomaior y Porto do Son.

"Galicia está unida y condenando sin paliativos la actividad incendiaria", defendió Feijóo, al tiempo que hizo un llamamiento a "extremar las precauciones" debido a las "condiciones adversas": altas temperaturas, clima seco y fuertes vientos, una combinación nefasta para los equipos de extinción.

Ante este cóctel meteorológico, el presidente de la Xunta reconoció su preocupación por la "condiciones climatológicas" para este fin de semana y el próximo lunes, que es festivo. Y es que las temperaturas superarán los "30-35 grados", por lo que pidió que "extreme la vigilancia" en los montes, ya sea por "descuido o negligencia".

El presidente de la Xunta advirtió de la necesidad de "reforzar las labores de investigación": "Vamos a seguir trabajando y agradezco las informaciones que nos está pasando la Delegación del Gobierno en cuanto a la actividad de la Guardia Civil y también las informaciones de la Vicepresidencia en cuanto a las actividades de la Policía Autonómica, así como la actividad de la operación Centinela del Ejército". A este respecto, hizo un llamamiento a los ciudadanos para "la persecución incendiaria de cualquier sospechoso" que pretenda quemar el "patrimonio gallego" y "ponga en riesgo" la vida de los gallegos.