Con los incendios forestales nunca se puede cantar victoria. En 2014 hubo el registro más bajo de fuegos en Galicia. Solo ardieron 2.000 hectáreas. Sin embargo, un año después se rompía la racha y quedaban calcinadas por las llamas 12.000 hectáreas. Y 2016 va camino de superar esa cifra. Solo en lo que va de verano ya se quemaron 9.000 hectáreas, según las cifras de la Consellería de Medio Rural, lo que equivale al 75% de todo lo que ardió el pasado año.

Durante la segunda semana de agosto Galicia sufrió una oleada de incendios que puso en jaque a varias poblaciones por la cercanía de las llamas a las casas. El fuego empezó a remitir este semana y ahora la situación ha vuelto a la normalidad. Pontevedra fue la provincia más castigada, con 4.000 hectáreas quemadas en solo siete días.

El sector forestal cree que el dispositivo de extinción de incendios está bien dimensionado y rechazan que sea necesario destinar un mayor volumen de recursos económicos, lo cual no significa que no sea necesario mejorar la eficiencia del operativo contraincendios.

Las 26 entidades consultadas opinan que los trabajos de extinción no son eficientes en relación a lo que se gasta. ¿Y como mejorar la eficiencia económica del dispositivo?

Las entidades encuestadas por Medio Rural están de acuerdo con el modelo actual del Gobierno gallego a que consiste en brigadas de personal fijo y otras con fijos discontinuos -que solo trabajan unos meses al año-, una plantilla que se refuerza con contrataciones en época de alto riesgo de incendios tanto por parte del Ejecutivo autonómico como de los concellos. A este sistema lo puntúan con un 2,6 en una escala entre 1 (nada de acuerdo) y 5 (muy de acuerdo) y donde el tres equivale a "me resulta indiferente".

A juicio del sector forestal, el mejor modelo estaría basado en brigadas de extinción que trabajen por distritos forestales y que asuman durante todo el año el trabajo cotidiano de realizar tareas silvícolas y preventivas en el monte. Estas actuaciones deberían estar "planificadas, con objetivos concretos de trabajo y programadas".

Además coinciden en que se deberían mejorar algunas infraestructuras para luchar contra los incendios como los puntos de agua, cortafuegos y franjas de protección.