Exceso de velocidad. Es la multa más habitual en las carreteras españolas. Ocho de cada diez sanciones tramitadas por Tráfico son por pisar más de la cuenta el acelerador. Pese a que los carteles luminosos avisan de un radar fijo, la presencia de las patrullas en carretera confirman el control rutinario de turno y la DGT anuncia cada campaña que pone en marcha, los conductores pisan el acelerador más que hace un año. Hasta un total de 2.451 conductores fueron interceptados la semana pasada en las carreteras gallegos por superar la velocidad fijada para ese tramo. O lo que es lo mismo, los agentes de Tráfico denunciaron cada día a una media de 350 automovilistas cada día y una quincena cada hora por no respetar las limitaciones. La tasa de infracciones por exceso de velocidad en la comunidad gallega pasó del 2,9% en la campaña especial del verano pasado -con más de 83.000 vehículos controlados- al 3,4% de la operación retorno de este año -con más de 70.500 conductores vigilados-.

A esta cifra hay que añadir los conductores sorprendidos por los radares fijos en la comunidad, que el año pasado fueron una media de 800 cada día, más del doble que el ejercicio anterior debido a la instalación de nuevos cinemómetros de tramo en carreteras secundarias.

La campaña puesta en marcha la semana pasada se centró en las carreteras convencionales, ya que son estas vías las que registran una mayor accidentalidad. Más del 90% de los siniestros mortales ocurridos en Galicia se producen en este tipo de vías. En la red viaria secundaria, los infractores conducen por encima de los 90 kilómetros por hora incluso en zonas limitadas a 70. Y en tramos donde no se puede sobrepasar los 50 km/h, los más temerarios al volante ponen su vehículo por encima de los 80 km/h.

Casi el 70% de los controles de velocidad realizados la semana pasada por los agentes de Tráfico se concentraron en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Solo en esta última, las patrullas controlaron a casi 35.700 vehículos, la mitad de los vigilados en toda la comunidad. Sin embargo son estas dos provincias las que tuvieron la tasa más baja de infracciones.

En el caso de A Coruña, el 2,41% de sancionados ya que de los casi 13.000 vehículos sometidos a control, 312 fueron denunciados. Le sigue en el ranking, Pontevedra, con un índice de infracciones por velocidad del 2,46%, con un total de 880 automovilistas denunciados en tan solo una semana de los cerca de 35.700 controlados.

En el extremo opuesto de la tabla están Lugo y Ourense con una tasa de denuncias por exceso de velocidad de más de dos puntos por encima de la media autonómica. En ambas provincias, el índice se queda por encima del 5,6%. Por pisar más de la cuenta el acelerador fueron denunciados un total de 927 conductores en Lugo, de los poco más de 16.000 controlados. Un balance de sanciones que supone casi el 38% del total en la comunidad. Aunque la cifra es menor en Ourense, 332 denunciados, la cifra de controles es mucho más bajo -un total de 5.841-.

Pese a que la campaña realizada la semana pasada realizó menos controles que la puesta en marcha el verano pasado -casi 12.500 vehículos vigilados menos, un 15% menos-, el balance de denunciados se mantiene en los niveles del dispositivo especial de 2015.

Los últimos informes de Tráfico revelan que uno de cada cuatro conductores reconoce que excede los límites de velocidad de manera frecuente. Y casi el 40% circulan por encima de la velocidad permitida, de los que hasta un 13% supera el tope en más de 20 kilómetros por hora en carreteras secundarias. ¿Las consecuencias? En el 17% de los accidentes de tráfico, la velocidad es determinante. Levantar el pie del acelerador evitaría en España cada año casi 400 muertos, unos 40 en las carreteras gallegas. Esto significa que si se respetasen los límites de velocidad, se evitaría uno de cada cuatro fallecidos en las carreteras de la comunidad.