"El sistema de frenado del tren funcionaba perfectamente". La aseveración es del ingeniero de Caminos Juan Carlos Carballeira, uno de los peritos designados por la Xunta que en la mañana de ayer participó en las diversas pruebas periciales realizadas en los vagones del tren accidentado, en una pequeña reconstrucción de lo ocurrido que desarrolló gracias a la ayuda de un convoy de mercancías que se conectó al Tren Celta para activar su sistema hidráulico, permitiendo probar así el estado de los frenos.

Carballeira estuvo acompañado de una treintena de especialistas de Renfe, Comboios de Portugal y Adif. Un grupo de expertos que, tras los análisis realizados en la cabeza tractora, concluyó que los frenos del Tren Celta siguen funcionando bien "incluso después del siniestro", tal y como apuntó el propio Carballeira.

El funcionario autonómico corroboró no sólo que los frenos habían respondido con normalidad en las mediciones realizadas durante la jornada de ayer, sino que todo había salido "dentro de los parámetros establecidos". Los análisis efectuados desde primera hora de la mañana hasta aproximadamente la una de la tarde se dividieron, según explicó el propio perito, en cinco categorías. "Hemos realizado una inspección general, se han medido parámetros de rodadura relacionados con la seguridad, valoramos el diámetro de la rueda que está asociada a la caja negra para chequear la velocidad, se analizó el enclavamiento de vía (sistema encargado de garantizar que el tren circule por la vía que le corresponde) e inspeccionamos varios datos en la vía", apuntó Carballeira en el andén de la estación ferroviaria de O Porriño, al tiempo que añadía que, tras analizar el resultado de las pruebas, "no se ha encontrado ningún fallo".

Si bien queda finalmente despejada la incógnita sobre el correcto funcionamiento del sistema de frenado, el grupo de expertos que trabaja para esclarecer lo sucedido todavía no quiere apuntar a ninguna hipótesis, tampoco a la del fallo humano. "Aún estamos estudiando todas las posibilidades y queda alguna prueba pericial más por hacer", señala Carballeira, que acaba afirmando que se sabe que hubo un exceso de velocidad, "pero se desconoce la causa, por lo que no hay ninguna hipótesis definida".

Los exámenes periciales continuarán "a partir de la semana que viene" y consistirán en "un recorrido de la línea" por la que circuló el tren accidentado y "más reconocimientos de los sistemas de enclavamiento de la línea, que son los que permiten guiar al tren por la vía correspondiente", explicó Carballeira. Serán los próximos análisis los que permitirán delimitar si elementos como la aguja o los sistemas sonoros y luminosos funcionaron correctamente. "Por los datos que conocemos hasta el momento, manejamos la hipótesis de que ambas herramientas así lo hicieron", adelantó el propio Carballeira.