Galicia se come ya casi el 10% de la tarta de obra pública cocinada por el conjunto de las administraciones en toda España. La inversión en edificación y obra civil en la comunidad gallega mantuvo el año pasado la senda de crecimiento iniciada en 2014 tras seis años de crisis en el sector del ladrillo por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Entre enero y noviembre del año pasado, Gobierno central, Xunta, ayuntamientos y diputaciones sacaron a concurso proyectos por casi 828 millones de euros, un 10% más que el mismo periodo de 2015, según el último balance de la patronal que agrupa a las grandes constructoras, Seopan. Estos datos colocan a Galicia como la cuarta comunidad con más licitación de obra pública en los primeros once meses de 2016, solo por detrás de Comunidad de Madrid (casi 1.309 millones), Cataluña (1.232) y Andalucía (847,3), y la convierten en una de las siete autonomías que logran captar más inversiones que el ejercicio anterior. En el conjunto del Estado, por el contrario, el balance de enero a noviembre sufre una tendencia a la baja, ya que los más de 8.352 millones sacados a concurso en obras se quedan un 3,2% por debajo de los 8.626 millones licitados el mismo periodo de 2015.

Pese a este balón de oxígeno a la obra pública en Galicia el año pasado, las cifras distan mucho de las cantidades que desembolsaban las administraciones en la comunidad hace una década. Entonces, Gobierno central, Xunta y entidades locales se dejaban entre 2.500 a 3.000 millones de euros al año en edificaciones y obra civil, más del triple que las obras licitadas en la comunidad entre enero y noviembre de 2016 . En el conjunto del Estado, el tijeretazo en los últimos diez años fue todavía mayor, al pasar de los casi 40.000 millones de euros licitados en 2006 a los poco más de 8.600 del ejercicio pasado, casi cinco veces menos.

En relación a los años de bonanza, la inversión en obra pública es tan pequeña que incluso ahora las grandes empresas de ámbito nacional concurren a adjudicaciones que se quedan muy por debajo del millón de euros, una cantidad de la que no bajaban los proyectos por los que competían antes de la crisis.

La caída de inversiones en relación a hace una década ha provocado que grandes constructoras se presenten en la actualidad a proyectos que ni siquiera alcanzan los 300.000 euros, una tercera parte del presupuesto mínimo que se fijaban antes de la crisis para optar a una convocatoria de las administraciones. La escasez de concursos respecto a los años del boom del ladrillo ha llevado también a las compañías a presentar ofertas a la baja, en algunos casos de hasta el 40% para intentar ganar algún concurso.

Evolución

2013 fue el año en el que la inversión pública tocó fondo en Galicia, con poco más de 645 millones de euros licitados. Una cantidad que se redujo más de la mitad respecto al ejercicio anterior, que se habían superado los 1.400 millones. Fue en 2014 cuando las administraciones dejaron de aplicar recortes a la obra pública en Galicia al inyectar casi 880 millones de euros, un 36% más que el ejercicio anterior. En 2015 experimentó un ligero descenso (hasta los 794 millones) y en 2016 las administraciones liberaron más fondos para nuevas construcciones. En los once primeros meses del año pasado, Galicia y otras seis comunidades autónomas experimentaron un aumento de la licitación de obra pública. A la cabeza de este incremento está Comunidad de Madrid (77%) con más de 1,3 millones de euros, seguida de La Rioja (76%) aunque su volumen inversor apenas supone el 1,5% del total en España (poco más de 122.000 euros). En la tabla de comunidades con tendencia al alza también están Aragón (37%), Comunidad Valenciana (18%), Baleares (15,4%), seguidas de Galicia (10%) y, finalmente Canarias (4.2%).

En el extremo opuesto de la lista está Navarra, cuyo recorte de los fondos públicos para la ejecución de obras supera el 64%. Le siguen en el ranking autonómico Castilla-La Mancha, con un tijeretazo del 49% y Murcia, de casi el 47%.

En Galicia, la inversión de la Xunta en los primeros once meses del año pasado fue de 154,6 millones, casi el 20% de las inversiones públicas totales en la comunidad. En el conjunto del país, la licitación pública por parte de los Ejecutivos autonómicos creció una media del 1,4%, al pasar de los 2.357,3 millones de enero a noviembre de 2015 a los más de 2.389,25 del mismo periodo del año pasado. Sin embargo en Galicia, la Xunta aplicó un ligero recorte respecto al ejercicio anterior (-1,3%). Este balance coloca a Galicia como una de las once autonomías donde el Gobierno regional mete la tijera a los fondos destinados a obra pública, aunque es la que menos recorte aplicó. A la cabeza de estos recortes en el ámbito autónomico, está Navarra (casi -69%), seguida de Canarias (-67%) y Castilla-La Mancha (-52%). En el extremo opuesto de la tabla están Baleares (+164%) y Comunidad de Madrid (108%).