Las aguas gallegas en buen estado pasaron de constituir el 70% del total al 77, la generación de residuos urbanos cayó un 4%, el mismo porcentaje de aumento de la producción de energía basada en renovables, y las emisiones de dióxido de carbono también se redujeron.

Son algunos de los datos positivos que refleja la tercera memoria anual de seguimiento de las Directrices de Ordenación do Territorio (DOT) que ayer entregó la conselleira de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, Beatriz Mato, al presidente del Parlamento, Miguel Santalices.

La responsable autonómica explicó que este documento evalúa 44 indicadores -dos más que en el anterior ejercicio- de ocho ejes diferentes -naturaleza, urbanismo, energía- con el objetivo de comprobar si los trabajos van por "el buen camino" y si se debe "corregir" alguna actuación.

Mato destacó que la práctica totalidad de los espacios naturales protegidos cuentan ya con un plan rector; aumentó un aumento un 20% la población que tiene cerca un punto limpio y ya hay 33 ayuntamientos con un planeamiento adaptado a las DOT.

Parte negativa

En el lado negativo, abogó por trabajar para hacer frente al hecho de que la población gallega sigue utilizando más el transporte privado que el público, al aumento de las viviendas vacías y al desequilibrio territorial que persiste, por lo cual se necesita "dar un impulso para hacer más atractivo el rural".

Tras subrayar que esta memoria contiene datos que refrendan que la Xunta va por "el buen camino" mientras pone "deberes" para corregir ciertos aspectos, la titular de Medio Ambiente respondió a los periodistas que aprecia más concienciación también en los ayuntamientos.

Prueba de ello es que, como apuntó, más de 100 municipios están actualmente "trabajando duro" en su planeamiento. "Significa que hay conciencia de la necesidad de que cada uno ordene su ayuntamiento", recalcó, convencida de que esto implica "garantizar el futuro", al planificar "el desarrollo económico, del ocio y social" de cada lugar.