Los ayuntamientos tratan de poner al día los recibos con sus proveedores. La bolsa de facturas que se acumulan en los despachos de las ciudades gallegas, salvo Ferrol que no figura en la tabla de grandes urbes del balance del Ministerio de Hacienda, alcanzó el pasado mes de noviembre los 56,8 millones de euros. En tan solo un mes, su volumen de deudas con los proveedores se redujo en casi 3,6 millones, lo que supone una disminución de casi el 6% respecto al mes pasado. La mejora es todavía más significativa si se compara con los datos de hace un año. Entonces, las seis ciudades tenían pendiente de pago a autónomos y pequeños proveedores recibos por un importe que superaba los 62,2 millones, casi un 10% más que en noviembre pasado, según recoge el balance publicado ayer por el departamento que dirige Cristóbal Montoro.

El mayor descenso registrado en noviembre respecto al mes anterior se produjo en las ciudades de Vigo y A Coruña, con un -35% y -13%, respectivamente. Pero en el último año, fueron Santiago y A Coruña las que protagonizaron, por este orden, la mayor caída en las facturas pendientes de pago, con un -21% y -17,6%, respectivamente. Por el contrario, Vigo y Pontevedra suman en la actualidad un mayor importe en recibos impagados que en noviembre de 2015, hasta un 34% y 30% más. Mientras, en el Concello de Lugo los impagos a proveedores en un año se redujeron un 8,7% y en el Ayuntamiento de Ourense apenas un 1,5%.

Importes

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El Concello de A Coruña se mantiene a la cabeza del ranking autonómico, con facturas en el cajón por más de 22,6 millones más, lo que supone el 39,7% del total de las seis ciudades gallegas que aparecen en la tabla del Ministerio de Hacienda. Sin embargo, solo un mes antes los 26 millones que arrastraba de impagos a autónomos y pequeñas empresas representaba el 43% de los casi 60,5 millones en el conjunto de las urbes de la comunidad.

En el balance del pasado mes de noviembre, tan solo Ourense y Lugo experimentaron un aumento de sus pagos pendientes a proveedores, con un incremento del 38% en el primer caso -pasó de poco más de 5,2 millones adeudados en octubre a más de 7,2 millones en noviembre-; y un 2,7% en el segundo -de los 10,7 millones que acumulaba en facturas en octubre pasó al mes siguiente a más de 11 millones-.

De las seis ciudades gallegas analizadas por Hacienda en cuanto al cumplimiento de la Ley de Morosidad, que fija en 30 días el plazo de pago a los proveedores por parte de las administraciones, el nivel de cumplimiento está al 50%. Solo Ourense, Vigo y Pontevedra pagaron en noviembre sus facturas por debajo del plazo límite. En el caso de Ourense, en 16,56 días de media, seguido de Pontevedra con casi 4 días, mientras que Vigo abonó sus facturas incluso antes de que comenzase a contar al plazo legal (casi 9 días antes). A Coruña y Santiago incumplen por una semana el techo máximo fijado por ley (38,50 días en el caso del Concello coruñés y 37,19, en el de Compostela). Lugo cierra noviembre como la ciudad gallega más incumplidora en cuanto a plazos, con un periodo medio de pago de 109,27 días, más del triple del fijado por ley.

En el caso de las diputaciones, la deuda con sus proveedores en noviembre superaba los 9,7 millones, casi un 14% menos que los más de 11,2 millones de octubre. El descenso fue a costa de Lugo y Ourense, con un -22% y -18%, respectivamente. Mientras, en A Coruña el volumen de facturas pendientes de pago se incrementó en un 2,5% y en Pontevedra, se disparó, un 38,4%.

Por comunidades autónomas, el Gobierno gallego puso al día en noviembre sus recibos en una media de 23,98 días, diez días por debajo de la media en el conjunto del país (33,31). Este balance de la comunidad gallega supone un incremento de cinco días respecto a los 18,42 días con los que cerró octubre, si bien supone un descenso interanual frente a los 29,97 días de noviembre de 2015.