Por tercer año consecutivo, las adjudicaciones de obra pública en Galicia vuelven a caer: hasta un 14,5% menos que la partida de 2015 y casi un 60% menos que los 1.423,7 millones aprobados por Estado, Xunta, concellos y diputaciones en 2012. Pero el grueso de los poco más de 610 millones reservados por las administraciones gallegas el año pasado fue a parar a manos de contadas empresas. Tan solo diez constructoras se hicieron con casi la mitad (44.91%) de las contrataciones de obra pública hechas el año pasado en la comunidad. O lo que es lo mismo, tan solo el 0,71% de todas las compañías que lograron un contrato público en 2016 en Galicia (de un total de 1.399 empresas) se llevaron 273,9 millones del pastel de las inversiones, según un informe publicado ayer por la Federación Gallega de la Construcción.

En el caso de los contratos del Estado, el reparto de la tarta está todavía más concentrado: diez constructoras -el 4,03% del total de adjudicatarias (248)- se hicieron con más del 80% del total de obras aprobadas el año pasado por el Gobierno central (234,8 millones) para la comunidad gallega.

En las adjudicaciones de la Xunta el porcentaje también está por encima de la media autonómica aunque no es tan elevado como el registrado en los proyectos del Ejecutivo central. Las diez primeras compañías -1,24%- de todas las que se hicieron con una obra del Gobierno autonómico (806) se llevaron el 46,65% de la inversión.

La concentración no es tan elevada en las adjudicaciones de los concellos, donde las diez primeras constructoras que metieron un bocado a la obra pública (1,9% de las 525 adjudicatarias) lograron el 22,27% del total adjudicado por ayuntamientos gallegos.

'Ranking'

La lista de las adjudicaciones por parte de las administraciones en Galicia el año pasado la encabeza Acciona, con un total de 16 obras por un importe total que supera los 91 millones (14,9% de la inversión total). Le sigue en el ranking Copasa, con 8 proyectos (12,7%); Ogmios con 18 contratos (3,5%%); Coprosa, con solo una obra pero que supone el 2,78% del total de la inversión y Dragados con dos (2,48%).

A estas cinco compañías se suman Arias Infraestructuras, FCC Construcción, Taboada y Ramos, Covsa y Geotunel para completar el ranking de las diez empresas que concentran el mayor volumen de inversión en obra pública de la comunidad. El resto de empresas adjudicatarias, 1.389, se reparten la otra mitad de la tarta.

Aunque la partida reservada el año pasado a obra pública asciende a 610 millones, aún están pendientes de adjudicar casi un 17% del conjunto de proyectos abiertos. Entre ellas, destacan por su volumen más de 157 millones de la autovía Lugo-Santiago (A-54), del Ministerio de Fomento, en el tramo entre Melide y Arzúa.

La Xunta es la única administración que no tiene ningún proyecto pendiente de adjudicar. Concellos y diputaciones tienen el 98% ya invertido. Por el contrario el Estado tan solo adjudicó el 69% del total previsto para el ejercicio pasado.

Pese al tijeretazo metido por las administraciones a las inversiones el Galicia durante el año pasado, el número de obras ha aumentado debido al incremento de contratos menores, según recoge el estudio de la Federación Gallega de la Construcción.

Casi siete de cada diez euros aprobados el año pasado para obra pública en Galicia fueron a parar a empresas de la comunidad (409 millones de euros) frente a casi el 33% (2012 millones) que fueron adjudicados a compañías de ámbito nacional. El mayor desembolso procede del Estado, con el 38,5% de los contratos asignados el año pasado; seguido de la inversión de la Xunta (29%) y las administraciones locales (casi un 23,5% los concellos y el 5,55% restantes las diputaciones).