El triunfo de Pedro Sánchez provocó ayer que los afines a Susana Díaz dejasen en manos de éste el reto de unir el partido. "Es una victoria incontestable", reconoció el alcalde de Vigo, Abel Caballero. "Ahora empieza una nueva etapa, le corresponde a Pedro Sánchez llevar el timón del socialismo español. A los ganadores les toca hablar, los demás no tenemos nada que decir", resumió. Los sanchistas también solicitan paz en Galicia. "Ha ganado Sánchez por una mayoría tan amplia, así que no podemos hablar de fractura. Todos ganamos", alegó Rocío de Frutos, una de las diputadas que desobedeció a la gestora y mantuvo el voto en contra a la investidura de Mariano Rajoy. La paz del día fue rota por el exsecretario xeral del PSdeG Pachi Vázquez, alineado con Susana Díaz. "Es una paradoja que la militancia del PSdeG apoye a quien hizo desaparecer el socialismo en Galicia anulando la ejecutiva de esta federación y el responsable de que desde hace más de un año nunca se reuniese el socialismo gallego", señaló en la Radio Galega.

El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, rebajó el impacto de la victoria de Sánchez y le reclamó arrimar el hombro "por responsabilidad", a pesar del mensaje de oposición a las políticas del Gobierno de Rajoy. Feijóo matizó que "75.000 votos en unas elecciones son muy pocos", comparando el aval de los militantes socialistas con los 47 millones de españoles con derecho a voto.

En Marea y BNG confían en un mayor oposición al PP tras la victoria de Sánchez. El portavoz de En Marea, Luís Villares, consideró que se abre un "escenario positivo" tras las primarias socialistas porque comparte con Sánchez "el deseo de formular alternativas al PP". Su homóloga en el Bloque, Ana Pontón, espera que el futuro líder del PSOE provoque "cambios de posicionamiento" en su partido para demostrar que "ha cambiado" y lo invitó a dar ejemplo apoyando la creación de una comisión de investigación sobre el siniestro de Angrois.