-A partir de ahora los reincidentes en alcohol y/o drogas se quedarán sin carné hasta rehabilitarse. ¿Qué le parece la medida anunciada por Interior?

-Habrá que esperar a que la medida esté en marcha para saber qué alcance y en qué condiciones se va a adoptar. En el ámbito penal, la privación del derecho a conducir no puede exceder de 10 años, pero cosa distinta es el caso que se plantea: que es el de no reunir las condiciones psicofísicas necesarias para una conducción segura o para la obtención del permiso o su renovación. Y, evidentemente, también existe la posibilidad de pérdida de validez de ese permiso por la merma de esas condiciones necesarias. Parece apropiado que mientras dura la causa de suspensión de la facultad de conducir no se pueda hacer y en el caso de conductores con este tipo de patologías lo más lógico es apartarlos de la carretera mientras no se rehabilitan.

-A la vista de los casos que pasan por las manos de los fiscales en Galicia, ¿cuál cree que será el impacto/alcance de la medida en la comunidad?

-Cuando estos casos entran en Fiscalía es que ya se ha ido más allá. No solamente se conduce sin las necesarias facultades, sino es que ya se ha cometido un delito. En estos casos, utilizando las posibilidades que nos ofrece la legislación penal, ya podemos obligar prácticamente al condenado que sufre estas patologías al cumplimiento de tratamientos rehabilitadores y se hace condicionando su ingreso en prisión al cumplimiento de los tratamientos.

-¿Tendrá un mayor impacto en Galicia por tener una cultura del alcohol muy asentada y una mayor tolerancia social a su consumo?

-No creo que haya tanta diferencia con el resto del Estado. Es verdad que tradicionalmente se ha mantenido que en Galicia padecemos una tolerancia social al consumo de alcohol unido a la conducción, pero esto se da prácticamente y en mayor menor medida en todo el país. Tanto en nuestra comunidad como en el resto, esta tolerancia va disminuyendo y muestra de ello es que los positivos en alcoholemia en los controles han experimentado una disminución.

-¿Qué porcentaje de los conductores juzgados en Galicia son reincidentes? ¿Se trata de una tasa más alta o similar a la media nacional?

-Tampoco aquí somos diferentes. Y así nos lo demuestran las estadísticas. Se estima que aproximadamente un 2% de los delincuentes viales son multirreincidentes, es decir que han sido condenados tres o más veces por el mismo delito. Y estos conductores son los más preocupantes, pues mientras a la gran mayoría la primera condena les es suficiente para aprender y no volver a reincidir, a estos las penas que se les imponen no han surtido ningún efecto en cuanto a su resocialización. Por ello debemos ir por otros caminos además de las sanciones penales, bien por el de la simple educación, bien la pérdida del vehículo o bien el sometimiento a tratamientos que corrijan en la causa el motivo de su caída en el delito.

-El ingreso en prisión del conductor ebrio que atropelló a un policía local en Carballo, ¿es un condena ejemplarizante que disuadirá a otros reincidentes de ponerse al volante con una copa de más?

-La adopción de la prisión provisional está claramente determinada en la ley y puede deberse a evitar la posibilidad de fuga o de que pueda reincidir en el delito o de destrucción de pruebas. Habrá que tener en cuenta otras circunstancias, como las personales que rodean al sujeto o la alarma social creada. Esta medida no debe durar más allá de lo que sea necesario pues no es una pena anticipada. Todavía no ha sido juzgado y, en su caso, condenado.

-¿Qué responsabilidad tienen los familiares y/o amigos que dejan su coche o dejan conducir a este tipo de infractores?

-Deberían de tener alguna pues pueden ser cooperadores en el delito cometido. Pero la tendencia de los tribunales es últimamente muy restrictiva y con una clara tendencia a absolver a los familiares o amigos que dejan el vehículo con el que se comete el delito. Ya tenemos varios casos en que por parte de la Fiscalía se ha acusado a personas íntimamente unidas al delincuente en los que no solamente no han tratado de disuadirle para que no conduzca sino que hasta le han dejado el vehículo y en muchas ocasiones han resultado absueltos.

-¿Qué condenas defiende para familiares y amigos que no disuaden a conductores de riesgo de ponerse al volante?

-Yo solo defiendo la respuesta legal y no otra. Tal vez el simple hecho de no disuadir no podamos reprenderlo por la vía penal, pero el hecho de además facilitar el vehículo creo que debería tener una respuesta penal adecuada que no es otra que la del cooperador necesario.

-¿Debería extenderse a los conductores de riesgo el decomiso de vehículo?

-El comiso se está aplicando y ya existen supuestos en los que procede y este caso podría ser uno de ellos. Los fiscales lo pedimos habitualmente en los casos de multirreincidencia o en supuestos muy graves cuando hay muertes o carreras ilegales.

-¿Es partidario de la tasa de alcohol cero al volante?

-Es un asunto de política criminal que nuestros políticos deberán decidir. En los países de nuestro entorno existen legislativamente las dos posturas. Países como Alemania, Francia o Bélgica acogen nuestra tasa y sin embargo otros como Hungría o Bulgaria ha establecido la tasa 0 e incluso en el Reino Unido se establece una tasa mayor.

-En la actualidad, ¿cuál es perfil del conductor temerario en Galicia?

-El conductor temerario es el conduce con un claro desprecio hacia la vida de los demás, asumiendo unos riesgos que nos obligan a compartir a los demás usuarios de la vía y, en muchas ocasiones va acompañado de consumo de alcohol o drogas y de un exceso de velocidad. Este tipo de conductas constituye el delito más grave de los que van contra la seguridad vial pudiendo llegar sus penas a los 5 años de prisión, además de la multa y privación del carné hasta 10 años.

-¿Ve necesaria la asistencia a cursos de reciclaje por parte de los conductores veteranos?

-Y de los no tan veteranos también. En los últimos años ha habido gran cantidad de avances en la seguridad vial, tanto de orden tecnológico, como sanitario, de conducción segura eficiente y ecológica así como en una nueva manera de percepción del riesgo y uso de las vías públicas. Y a todos estos cambios hay que adaptarse.