"Tenemos un aliado para introducir en China productos agroalimentarios gallegos como el vino, la leche, las conservas o los productos cárnicos". Así se refirió ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al gigante chino Bright Food, que en mayo adquirió la empresa Shanghai Fisheries, dueña a su vez de la conservera gallega Albo. "Las relaciones entre Galicia y China no se van a concretar únicamente en el ámbito de la conserva, sino que se abren oportunidades", añadió.

Feijóo concluye hoy su visita a China, que constituye un mercado potencial de 1.400 millones de personas, en la que estuvo acompañado de una treintena de empresarios. Ayer mantuvo una reunión con directivos del grupo Shanghai Fisheries junto a representantes de Albo, cuya marca y actividad se mantuvo tras la adquisición previa a la compra de la primera por Bright Food, el segundo mayor conglomerado alimentario del país.

Gracias a esos movimientos, la capacidad productora de Albo se elevará y accederá a mayores clientes, algo vital para la economía de la comunidad.

Por su parte, el presidente de Fisheries, Pu Shaohua, señaló que, tras la absorción de Bright, ahora su firma podrá controlar toda la trazabilidad de los productos, pues no sólo adquirirá la materia prima y la procesará -como hacía hasta ahora-, sino que también la distribuirá.

Pu apuntó que el siguiente objetivo de la compañía es "abrir nuevos horizontes en el mercado internacional" y subrayó que sus relaciones con Galicia son "inmejorables".

Feijóo participó ayer en la inauguración del Evento Gastronómico Galicia-Extravaganza en Shanghái, donde presentó al sector alimentario gallego como "garantía de calidad y sinónimo de productos gourmet".

En ese acto estuvieron presentes empresas como el grupo Hijos de Rivera (Estrella Galicia), la bodega Martín Códax o Cooperativas Lácteas Unidas (CLUN). Pablo Gómez, director de la división láctea de la misma, explicó a Efe que seguirán expandiéndose en un país "deficitario en leche".

Feijóo cierra hoy su visita con un encuentro con el vicealcalde de Shanghái, Xu Kunlin.