-¿Qué objetivos se fija para este verano en las carreteras gallegas?

-El objetivo siempre es de cero accidentes. En lo que va de mes, llevamos tres fallecidos en la comunidad. El año pasado en julio hubo 14 víctimas mortales y 7 en agosto. Que haya accidentes de chapa y pintura es lógico; pero que una persona se mate en carretera por una imprudencia o un consumo es intolerable.

-¿En qué situación se encuentra Galicia hoy respecto a otras comunidades?

-Llevamos 10 fallecidos menos que el año pasado. El recorrido hecho por Galicia durante los últimos años ha sido espectacular. Se puede ver lo que era en el año 2000 la accidentalidad y cuál es ahora; y cómo se comporta la gente. Eso es fundamental. Es lo mejor que puede pasar, un cambio de comportamiento: el rechazo a esas velocidades y al consumo del alcohol o drogas.

-¿La sociedad ya ve el vehículo como un arma con la que se puede cometer un delito?

-Hay gente que todavía no lo tiene claro. Aunque afortunadamente se está dando ese cambio. Ya no solo el mensaje de la DGT, sino también la labor de las asociaciones de víctimas, la Fiscalía, las sentencias condenatorias o la labor de los medios de comunicación facilitan una información que hoy cualquiera tiene y valora.