La DGT impulsará esta legislatura iniciativas para atajar las conductas temerarias al volante. La responsable de Tráfico en Galicia advierte de que a los reincidentes no les basta la multa o los cursos de reeducación vial para disociar consumo y conducción. Es precisamente el alcohol al volante uno de los comportamientos que más preocupa a las autoridades de Tráfico, ya que pese a que en la actualidad no se detectan tasas tan elevadas como hace años, reconoce que "no lleva un ritmo tan rápido como otras conductas que se han reeducado".

-Interior se propone la retirada del carné a aquellos conductores con al menos dos sanciones por alcohol o drogas. ¿Cuándo entrará en vigor?

-Es una medida en la que estamos trabajando. Todavía queda fijar la antigüedad de esas sanciones. Constatamos que hay determinados conductores que pese a hacer cursos de recuperación inciden nuevamente en el mismo comportamiento, sobre todo en alcoholemia. Ya no es un problema de incumplimiento de norma sino de salud, con una dependencia en el consumo. A esta persona habrá que derivarla a las autoridades sanitarias para que le hagan un análisis médico y evalúen su dependencia para lograr que disocie el consumo y la conducción.

-La memoria del Imelga de 2016 revela que el 40% de los fallecidos en accidentes de tráfico en Galicia había consumido alcohol, drogas o psicofármacos, diez puntos más que el año anterior. Un aumento considerable...

-Preocupa que detrás de una buena parte de la accidentalidad más grave y mortal haya un consumo. A día de hoy todo el mundo debería saber que es incompatible con la conducción. Todos saben que hay controles y campañas a cualquier hora del día y en cualquier vía, ya no solo en carretera sino también en el centro urbano. Pero hay que seguir trabajando y educando.

-Ni la multa, la retirada de puntos, el decomiso del coche o la prisión parecen surtir efecto para los conductores reincidentes en alcohol y drogas.

-Si echamos la vista atrás, el comportamiento ha cambiado. Pero no lleva un ritmo tan rápido como otras conductas que se han reeducado. Se ha avanzado, ya no tienen nada que ver las tasas que se ven hoy con las de hace años. Pero hay que seguir haciendo controles para cambiar este comportamiento.

-Otra de las propuestas de la DGT es establecer la tasa alcohol cero para noveles y profesionales.

-Es algo que se está estudiando en los diferentes grupos de trabajo que se han creado para abordar todas las posibles reformas.

-¿Es un primer paso para implantar la tasa cero al volante?

-Con lo que tenemos hoy en día, hay que conseguir que las tasas sean inferiores a lo que la normativa nos marca como infracción.

-¿Es elevado el número de reincidentes en Galicia?

-La mayoría son cumplidores de las normas. La tasa de reincidencia no es alta. Y quien reincide es porque, en el caso del alcohol y las drogas, tiene un problema de consumo y si es de reiteración de velocidad puede ser porque se está todo el día en carretera y tiene más probabilidades. Es cierto que hay personas que son recalcitrantes y que sistemáticamente incumplen las normas. Lo que ha hecho el permiso por puntos es igualar a todos. Ya no se trata de una multa, sino de cambiar un comportamiento. Da igual el nivel económico, el fin es el mismo. Unos lo han logrado tras pasar el curso de recuperación de puntos. Otros, no. Pero estos son los menos.

-Para este año se anunciaron cuatro radares más. ¿Dónde se ubicarán y cuándo se activarán?

-Entre las posibles ubicaciones se están estudiando las más convenientes en función de la accidentalidad o los excesos de velocidad. De estos radares movibles, que se desplazan con mayor facilidad, tendremos en principio uno por provincia. La intención es que estén operativos este último semestre.

-Galicia tiene una población cada vez más envejecida y eso tiene consecuencias en carretera. ¿El refuerzo del control sobre los conductores de avanzada edad, ha reducido la accidentalidad y las irrupciones en sentido contrario en autopistas y autovías?

-Las personas mayores protagonizan el mayor número de inicios de pérdidas de vigencia por la merma de las condiciones psicofísicas. Buena parte de las conducciones en sentido contrario en autopistas y autovías eran de gente mayor. Tal vez porque no están acostumbrados a moverse con tanta facilidad en ese tipo de carreteras. También se hizo un esfuerzo por los titulares de las vías: tanto Fomento como la Xunta están reforzando la señalización.

-¿Son los jóvenes más peligrosos al volante?

-En los jóvenes hay una asunción del riesgo mucho mayor que en los conductores de edad avanzada. Pero en la interpretación de las señales, los mayores no tienen esa espontaneidad de una reacción más inmediata y certera en un conflicto de tráfico. Los accidentes más graves han sido con personas jóvenes por excesos de velocidad muy elevados y maniobras en las que se asumen grandes riesgos y las consecuencias son fatales.

-¿En qué comportamientos se debe incidir en Galicia para reducir la accidentalidad?

-Alcohol y drogas es uno de los principales factores que está detrás de la accidentalidad. El exceso de velocidad, también. En ambos, no somos diferentes a otras comunidades. En atropellos, hemos mejorado a lo largo de los años. Nuestro objetivo es que sea algo innato: cada vez que camino por zona de carretera, me pongo mi prenda reflectante. Y el conductor, cada vez que circulo por carretera o travesía reduzco la velocidad porque me puede salir un peatón.

-La tasa de peatones arrollados en Galicia sobre el conjunto de las víctimas mortales en carretera es elevado.

-El año pasado fueron 18. Casi un 17% del total. Y si lo trasladamos a las provincias, A Coruña es la más castigada en atropellos, con una tasa del 25%. Es una tendencia que se repite a lo largo de los años. Pero desde que se trabaja con el uso de chalecos reflectantes, se hacen campañas y se imparten charlas se han reducido los atropellos.

-El porcentaje de fallecidos que viajan sin cinturón es elevado pese a que se supone que era un comportamiento ya superado.

-Nos desconcierta. El cinturón se ve como un aliado y sin embargo un buen número de los fallecidos no hacían uso del elemento de seguridad. Muchas veces en esos accidentados hay consumos detrás, con lo cual la relajación del cumplimiento de las normas se extiende ya no solo a la conducción propiamente dicha sino también al uso de los sistemas de seguridad.