Acompañado de varios miembros de su equipo, el militante vigués Gonzalo Caballero, el más joven de los contrincantes, defendió que el PSdeG debe abrir "una etapa de cambio y de renovación". "Tenemos una oportunidad histórica para hacerlo", proclamó, convencido de que es necesario que su partido "empiece a reconectar" con su electorado de izquierdas para que haya "una mayoría social de progreso en Galicia". A su juicio, el PSdeG "no puede resignarse a seguir en una etapa de debilidad", por lo que hizo un llamamiento a la "movilización masiva de la militancia de base". A esa militancia se dirigió para demandarles su apoyo, "sin tutelas ni baronías en la sombra".