"Galicia es una comunidad de jubilados. De los 313 municipios gallegos más de la mitad ingresan más por pensiones que por sueldos productivos". Con esta sentencia, Andrés Precedo Ledo, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Santiago, alerta del grave problema demográfico al que se enfrenta la comunidad. Precedo será uno de los ponentes que el próximo martes estará en la Fundación Barrié de A Coruña para debatir sobre "la encrucijada" en la que se encuentra Galicia.

- Su conferencia se titula La demografía en Galicia. ¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿Puede hacer un adelanto?

-Primero es necesario situarnos para darnos cuenta del problema. De las 417 regiones europeas, Galicia es la 22ª más envejecida. El 25% de la población tiene más de 65 años. En Europa es el 19%, que, además, es el continente más envejecido del mundo.

- ¿Cómo se está encarando el problema en la comunidad?

-Lo único que se ha hecho es una política pensando en la natalidad. Y nuestro problema no solo se soluciona con la natalidad. Es bueno reforzarla, pero el problema demográfico de las regiones tan envejecidas como la gallega no se resuelve solo con medidas a favor de la natalidad.

- Pues, sobre todo, es lo que se está haciendo.

-Le voy dar un dato como muestra. Desde que en la Xunta comenzó con la política demográfica de estímulo de la natalidad a través de medidas fiscales, la tasa de fecundidad pasó del 1,07 en 2014 al 1,12 en 2016. La respuesta es positiva, pero para que haya una renovación de generaciones el mínimo está en el 2,1. Si solo vamos por este camino no llegamos a tiempo. Las políticas de natalidad son positivas, pero insuficientes. Por lo tanto, hay que acompañarlas de otro tipo de acciones.

- ¿Por ejemplo?

-Por ejemplo, la conciliación laboral. Tenemos unos horarios de trabajo absolutamente esquizofrénicos y no creo que tenga que explicarlo. Así es imposible que las parejas quieran tener hijos y si el entorno es el que es, sin ofertas de empleo, no hay opciones de que aumente la natalidad. Y también ha habido un cambio generacional por el que la edad de tener hijos se ha retrasado. El entorno de la natalidad está muy condicionado y no es la solución al problema.

- Entonces, ¿qué hace falta?

-Lo que se necesita es recomponer la base de la pirámide, donde está la población joven que es la que necesitamos para hacer el cambio generacional. Y como con los nacimientos no es posible habrá que traer población joven de fuera.

- ¿Y cómo se consigue?

-Creando empleos que sean atractivos y de calidad. Y estoy hablando de una emigración bien preparada. Y para crear empleo hay que crear inversiones productivas e intentar captar inversiones de fuera para que creen empleo. Dada la magnitud de problema, y para resolverlo ya que aquí no somos capaces de poder recuperar la base de la pirámide, hay que traer gente de fuera.

- Pero también puede provocar problemas.

-Hay que hacerlo bien, porque ya vemos en Europa que hay conflictos con la emigración, porque si se hace de una forma indiscriminada ya vemos lo que está pasando. Y también hay que mantener a la gente joven aquí, pero para eso hay que darles incentivos. Esa sería la solución mágica.

- Y estas soluciones las tienen que ejecutar los políticos, pero sus políticas son a corto plazo y en este problema son necesarias a más largo plazo.

-El problema demográfico de Galicia, como el de otras regiones, lo tiene que abordar el Gobierno central porque es un problema de Estado y además es el que tiene medios. Si el Gobierno central quiere, puede incentivar que las inversiones en vez de concentrarse en Madrid vayan a las regiones demográficamente envejecidas. Pero el Gobierno nunca ha tenido una política demográfica y así es imposible. Cada vez las políticas son más?

- ¿Cortoplacistas?

-No, que va, son al día. Sería necesario dejar las políticas locales y abordar un proyecto para Galicia teniendo en cuenta que el principal problema que hay que resolver es la demografía, y que de este problema depende la mayoría de los restantes.

- Alguien lo estará haciendo bien.

-Inditex está atrayendo talento con sus ofertas de empleo. Y alguna otra empresa, sobre todo de la automoción. Y se acabó. Se acabó. El resto es puro mantenimiento o cosmética. No tenemos el suficiente músculo productivo capaz de generar el empleo que se necesita para retener a los jóvenes gallegos que buscan trabajo de calidad y mucho menos para atraer población nueva.

- ¿Nos encaminamos al suicidio demográfico o al invierno demográfico, que significa que tras el frío llega la primavera?

-Ni una cosa ni la otra. Son frases hechas que quedan muy bien, pero no tienen contenido detrás. Nosotros no nos suicidamos voluntariamente. Galicia todavía mantiene 2,7 millones de habitantes, y aunque pierda población, dentro de 20 años va a estar por encima de los 2,5 millones. Perdemos población, pero hay regiones con mayor tamaño que no alcanzan estas cifras. La situación es delicada. Somos una comunidad de jubilados. De los 313 municipios de Galicia más de la mitad ingresan más por pensiones que por sueldos productivos. El principal problema que tiene ahora Galicia es el de la demografía.