El Consorcio de Santiago en el que participan el Gobierno central, la Xunta y el concello, será finalmente el que asuma los 50.000 que costará el cambio de denominación del aeropuerto compostelano, que pasará a llamarse Lavacolla-Rosalía de Castro. Se espera que la modificación empiece a ser efectiva a principios del próximo año, según anunció ayer el alcalde compostelano y presidente del ente interadministrativo, Martiño Noriega.

Pese al consenso entre la distintas administraciones que generó la idea, que partió del Gobierno local de Santiago, no había acuerdo sobre quién debía asumir los costes de la nueva denominación, derivados de la sustitución y adaptación de la señalización. Ahora, las tres instituciones presentes en el Consorcio pactaron hacerlo a través de este órgano, de forma que en los próximos meses el nombre de Rosalía de Castro, una de las grandes referencias de la literatura gallega, lucirá en el aeródromo de la capital autonómica.

El Consorcio de Santiago contará el año que viene con una partida presupuestaria global de alrededor de nueve millones de euros, que se destinarán a, entre otras actuaciones, la ampliación del Museo do Pobo Galego.