Limitar el baldeo y limpieza de calles, revisar posibles fugas en la red, atenuar la presión del abastecimiento por las noches y restringir, llegado el caso, el suministro de agua a las industrias. Cualquier medida es buena para preservar la poca agua que circula por el Lérez en Pontevedra salvo cortar el servicio a la población pese a la situación de alerta por sequía decretada hace una semana en la cuenca de este río.

Después de analizar los datos hidrológicos de octubre, la Oficina Técnica da Seca -integrada por Augas de Galicia, la Consellería de Medio Rural, la Axencia Galega de Emerxencias y MeteoGalicia- decidió a principios de mes cambiar de prealerta a alerta la situación en el río Lérez y la ría de Pontevedra que discurre por nueve concellos: Pontevedra, Marín, Bueu, Poio, Sanxenxo, Cotobade, Campo Lameiro, Cerdedo y Forcarei. La alerta se extiende ya a siete cuencas y a casi medio centenar de ayuntamientos en las provincias de A Coruña y Pontevedra.

El director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, dejó claro ayer que no está previsto, a corto plazo, dejar a la población del Lérez sin agua a pesar de que el río está, en pleno mes de noviembre, en la peor situación a estas alturas del año, "un 95% más bajo de lo habitual". Con tan poco caudal la Xunta ya emplaza a los concellos a tomar medidas de recorte de "los usos no esenciales del agua".

Augas de Galicia mantuvo ayer la primera reunión de coordinación con once municipios de la cuenca del Lérez y de la ría de Pontevedra con el fin de implicarlos en la adopción de medidas contra la sequía. En el encuentro se reclamó a cada concellos una información detallada, parroquia por parroquia si es posible, del estado de sus recursos, así como medidas ya adoptadas o previstas y el porcentaje de consumo de cada municipio para usos prescindibles. Todo ello se pondrá sobre la mesa en un próximo encuentro, a finales de mes.

Rodríguez dejó claro que lo primordial es "proteger el agua que hay y garantizar el abastecimiento a la población". También recordó que la normativa hidrológica establece unas prioridades de suministro, donde el consumo doméstico figura en primer lugar y el industrial en quinto puesto, de ahí que esta misma semana está previsto activar la orden a la empresa Ence para que limite su captación de agua del Lérez en un 50%, muy por encima del 20% que la propia compañía anunció en su día.