Las alianzas que empezaron a tejerse hace una semana para configurar candidaturas fuertes en las primarias del PSOE coruñés han reducido la lista de aspirantes. La carrera empezó con siete, y a unas horas de que concluya el plazo para la presentación de avales, mañana sábado a las 12.00 horas, las opciones se limitan a los dos bloques enfrentados con los que arrancó el proceso: el capitaneado por el candidato sorpresa, el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, y el que encabezará la exconcejal de Santiago Mercedes Rosón, afín a la ejecutiva autonómica y que se ha hecho con el apoyo de los otros dos candidatos del entorno del líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, -el alcalde de Ares, Julio Iglesias y el teniente de alcalde de Culleredo, Diego Taibo- así como del profesor coruñés Lois Fermín Vázquez, sin adscripción definida.

Al cierre de este edición, el regidor de Cariño, José Antonio Alonso Pumar, que en las primarias gallegas apoyó a Caballero y en el proceso abierto en Ferraz se movilizó en favor de Susana Díaz, ultimaba los detalles de la integración de su candidatura en la de Formoso. Mientras, el militante de Mazaricos Javier González Trillo se planteaba retirar hoy su precandidatura, bien para quedarse al margen del proceso o bien para sumarse a uno de los dos bandos que competirán por hacerse con el timón del barco socialistas en la provincia de A Coruña.

La unión hace la fuerza. Bajo este lema empezaron a trabajar nada más presentar sus precandidaturas los aspirantes del entorno de la dirección gallega. ¿El objetivo? Sumar esfuerzos y no dividirlos entre diferentes opciones de cara a la pugna final frente a Formoso. El acuerdo alcanzado en las últimas horas entre Rosón, próxima al portavoz del PSdeG, Pablo Arangüena; Julio Iglesias, Diego Taibo y Lois Fermín Vázquez convierten a la exconcejal de Santiago, la única mujer que concurre a las primarias provinciales en Galicia, en cabeza de cartel de la candidatura que se batirá con el presidente de la Diputación, según ya avanzó este periódico el fin de semana.

Desde el miércoles de la semana pasada, los teléfonos de los aspirantes a liderar el PSOE en la provincia de A Coruña echan humo en busca de alianzas que les coloquen en la parrilla de salida como los favoritos de la carrera, que se librará el domingo 17 de diciembre.

Hubo llamadas y whatsApps a varias bandas. Incluso los siete aspirantes llegaron a sentarse a hablar del futuro del partido en la provincia en un intento por conseguir una candidatura única que ya antes de retomar las conversaciones se daba por fracasado. Finalmente lo que era la crónica de una batalla entre el sector de Formoso frente al de Caballero se confirmaron al no poder aunar en una sola lista las distintas sensibilidades socialistas en la provincia de A Coruña, donde el PSdeG no ostenta el bastón de mando de ninguna ciudad y su poder se limita a la Diputación.

En el conjunto de las cuatro provincias, se presentaron 18 aspirantes socialistas: siete en A Coruña, cuatro en Pontevedra, otros cuatro en Ourense y tres en Lugo. En este terreno, Gonzalo Caballero también quiso entrar en la pugna intentando colocar a cargos afines al frente de las direcciones de cada provincia y así fortalecer a nivel interno su proyecto. En A Coruña, la batalla es clave ya que sus afiliados suman casi el 40% de toda la comunidad, lo que a su vez le da más poder en las estructuras del PSdeG.

El elevado número de aspirantes a las primarias provinciales es una muestra más de la división interna en la que se mantiene instalado el PSdeG y, a su vez, un síntoma de la falta de liderazgos consolidados y de la brecha entre las distintas familias socialistas que luchan por tomar el control del partido.