Galicia tiene casi 70.000 habitantes menos que hace seis años. Si en 2011 contaba con 2.773.415 habitantes, ahora son 2.703.62. La reducción del censo sería igual a vaciar la ciudad de Ferrol o las localidades de Vilagarcía y Redondela. Únicamente entre el 1 de enero de este año y el 31 de julio, la comunidad perdió cada día 36 habitantes. Llegó al verano con 6.554 vecinos menos que con los que arrancó el año.

En números absolutos, Galicia es la segunda comunidad que más población perdió en el primer semestre del año, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Peor dato registró Castilla y León con 12.076 habitantes menos. Diez comunidades han visto reducir su censo. En cambio, Madrid ganó 29.599 vecinos, Cataluña, 12.673 y Baleares y Canarias, más de 6.000 cada una, entre otras. En conjunto, España elevó su padrón con 21.021 nuevos ciudadanos. En términos porcentuales, Galicia fue la quinta autonomía con mayor sangría poblacional: un -0,24%.

El INE empezó la semana dando la mala noticia de que en Galicia las muertes doblan los nacimientos, y tras analizar el crecimiento vegetativo ayer incorporó al balance los movimientos migratorios. Así resulta que aunque llegaron a Galicia 2.087 emigrantes más de los que se marcharon al extranjero, esta cifra no pudo compensar que en la comunidad murieron 7.942 personas más de las que nacieron, y que en el movimiento entre comunidades salieron 699 gallegos más en comparación con los ciudadanos que se trasladaron desde otras autonomías a vivir a Galicia.

Provincias

Por provincias, Pontevedra cuenta con 2.033 habitantes menos en lo que va de año; A Coruña, con 1.661 menos; Ourense, con 1.592 menos y Lugo, con 1.266 menos. La mayor caída porcentual está en Ourense, donde el censo mermó un 0,51%; en Lugo, un 0,37%; en Pontevedra, un 0,21% y en A Coruña, un 0,14%.

El INE también analiza los cambios de población por franjas de edad. Desde 2011 Galicia tiene 14.991 niños menores de 10 años menos y en cambio 9.883 mayores de 90 años más. En 15 años, los gallegos que superan los 90 años se han duplicado en Galicia y ya superan los 42.000. Es un dato relevante, pues en una población envejecida se dispara el gasto sanitario y en servicios sociales. De ahí, la importancia de que en el nuevo modelo de financiación autonómica la Xunta demande que se pondere más el envejecimiento de la población, pues no es lo mismo el coste de la sanidad en una comunidad joven que en una envejecida.