"Si no lo veo no lo creo". Es lo que pensaron los agentes que interceptaron a un conductor de casi 60 años en pleno aguacero con una cuerda atada al limpiaparabrisas en la AP-9. Circulaban detrás de un vehículo que iba a una velocidad muy reducida y veían que el hombre que iba al volante bajaba y subía el brazo izquierdo de manera constante. Cuando su pusieron a la altura del turismo, le dieron el alto para comprobar lo que estaban viendo. Y efectivamente, el conductor les explicó en qué consistía la maniobra que estaba realizando:_"É que como non me funcionaban os limpiaparabrisas, púxenlle unha amarralla". Los agentes acompañaron al conductor a una estación de servicio y cuando dejó de llover le permitieron continuar su viaje. Ya sin amarralla.