Tras la rebaja de 2016, Galicia es la segunda comunidad que menos ingresa por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, tanto en ingreso por habitante como en porcentaje sobre ingreso no financiero de la comunidad, destaca el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo.

Los 125 millones previstos para este año colocan en cifras absolutas a Galicia como la quinta comunidad que más recaudará por los legados de los fallecidos, pero muy lejos de los 450 millones de Madrid, que lidera la clasificación de este impuesto, los 390,4 de Andalucía, los 259,2 de Valencia o los 200 que baraja el Ejecutivo de Castilla y León.

En toda España, las administraciones ingresarán 1.848 millones por la fiscalidad de las sucesiones. Representa un descenso del 7,36% frente a los 1.994 millones del año pasado.

Pese a la rebaja fiscal implantada en Galicia desde el 1 de enero del 2016 en el impuesto de sucesiones, las renuncias a las herencias siguen creciendo. En el primer semestre del año pasado, se contabilizaron 1.246 renuncias expresas. La explicación de por qué la exención fiscal no hace menguar los rechazos a los legado podría ser la carga que implique esa herencia, una hipoteca o deuda pendiente y que también pasa de forma automática al heredero.

El fenómeno contrario se ha dado en las herencias en vida. La rebaja fiscal, y sobre todo el temor a que éstas se eliminen, han animado a muchos padres a repartir sus bienes entre sus hijos antes de fallecer. Si en 2015, 12.352 herencias se distribuyeron en vida, en 2016 se dispararon hasta las 21.672 y hasta octubre de 2017 (los últimos datos oficiales) ya alcanzaban las 23.131.