Una veintena de personas ha impulsado el nacimiento de la Assambleia Nacional Galega (ANG), una entidad que se define galleguista y apartidaria y que tiene entre sus objetivos la promoción de la cultura, el medio ambiente y la economía gallega. En este sentido, apuesta por promocionar un carné de identidad para "los que lo quieran" y votaciones simbólicas en lo que sería el "día de la autoderminación".

En los textos fundacionales de la entidad se explicita que la financiación de la asamblea gallega será a través de las cuotas de sus socios y de donaciones de personas individuales, de manera que quedan excluidas las subvenciones públicas o de empresas o colectivos. Tampoco habrá ningún cargo remunerado y está expresamente vetada la presencia de personas con delitos, como violencia machista.

La ANG se presenta como un espacio "abierto", al margen de "sectarismos" y "transversal", de ahí que se definan como galleguistas y progresistas, pero no se identifican con ninguna formación política.