"Tenemos que ver qué hacemos respecto a la deuda de las comunidades y, en especial, la que tienen contraída con el Estado. Tenemos que ver qué parte de esa deuda se corresponde con insuficiencias del sistema de financiación actual". Con estas declaraciones, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, abría ayer la puerta a condonar parte de la deuda de las autonomías, una medida que beneficiaría especialmente a comunidades como Cataluña o Valencia, que durante la crisis se endeudaban a interés cero con los mercados a través del Estado porque los bancos recelaban de su situación financiera. La iniciativa de Montoro, largamente demandada por Valencia y Castilla-La Mancha, entre otras autonomías, perjudicaría a Galicia, pues la Xunta se negó a acudir al Fondo de Liquidez Autonómica porque el Ejecutivo central, como contrapartida, les imponía una tutela financiera.

Feijóo, en más de una ocasión, se ha pronunciado en contra de una quita, y además de forma clara y contundente. El pasado mes de diciembre cuando el PSC lo proponía para Cataluña declaró: "Si los que no pagan al final salen beneficiados, existe un riesgo: que no pague nadie, y si en un país no paga nadie, ese país no funciona". El lunes, tras la demanda al respecto de Valencia, Feijóo reprochaba su exigencia en el marco de la revisión de la financiación autonómica: "A Valencia se le ayudó, y mucho; nada más y nada menos que ya se le condonaron 11.000 millones de euros de intereses".

Entre 2012 y 2017, las comunidades, diputaciones y municipios han recibido una inyección de 251.000 millones del Estado a través del FLA y el Fondo de Facilidad Financiera (FFA). Unos 95.000 millones fueron para pagar a proveedores. El FFA se creó para las comunidades cumplidoras del objetivo de déficit, para poder financiarse también a interés cero, pero sin perder autonomía financiera. Lo que sucede es que se puso en marcha después del FLA y Galicia habrá empleado algo más de 2.000 millones. Una cantidad ínfima encomparación con los 50.000 millones de Cataluña o los 35.000 millones de Valencia. Este año, el Gobierno repartirá 12.158 millones entre el FLA y el FFA, de los cuales 3.477 millones serán para Cataluña, 2.307 para Valencia y 2.152 millones para Andalucía. Galicia recibirá 690,5 millones.

La UE no permite las quitas a la deuda pública, así que las opciones que podría barajar Hacienda es que el Estado asuma como propia parte de la deuda de las comunidades, o también una reestructuración de los plazos y tipos de la deuda, contaba ayer El País, en su edición digital. La propuesta se desarrollaría en el marco de la revisión de la financiación autonómica. El comité de expertos en financiación autonómica, que elaboró una propuesta base para el nuevo modelo, se mostró en contra de las quitas. Pero sí que aceptaba en cambio dar ciertas facilidades como alargar plazos y bonificar tipos, siempre que estos últimos no quedasen por debajo del coste del Tesoro.

Montoro explicó ayer que el FLA y el FFA se acabarán una vez se apruebe el nuevo sistema de financiación autonómico. El ministro también abogó por simplificar el modelo. Cree que se debería crear un fondo único de financiación que garantice la igualdad de servicios, "un fondo que no cree agravios comparativos entre territorios, que esté financiado por el pago de impuestos de los contribuyentes con independencia de donde se realice el pago de esos impuestos", explicó. Las comunidades podrían añadir fondos adicionales para prestar otros servicios en función de las demandas de sus ciudadanos.