Un centenar de funcionarios que permanecían encerrados en el juzgado de Ourense fueron desalojados esta tarde por orden del juez decano, en una actuación que se desarrolló sin incidentes y con cordialidad entre los manifestantes y los agentes.

El magistrado Leonardo Álvarez consideró que el acto de protesta de los funcionarios, realizado en el marco de la huelga en el sector de la Justicia, suponía una ocupación ilegal de un edificio que es propiedad de la Xunta pero tiene uso judicial. Los trabajadores iniciaron su encierro alrededor de las 14, tras terminar su asamblea, y la Policía Nacional procedió a invitarles a salir sobre las 16:30 horas.

Un total de 18 agentes de la Policía Nacional y de la Unidad Adscrita acudieron al juzgado de la ciudad de Ourense para comunicar la orden del juez decano, tras lo que los concentrados accedieron a salir sin incidentes.

Según fuentes policiales, no se abrirán diligencias ni siquiera se levantará atestado. Los trabajadores concentrados cantaron consignas al salir del edificio tras dar por finalizado el encierro. En mes y medio de paro indefinido, en Ourense se han suspendido casi 1.200 juicios y cerca de un centenar de declaraciones.