En pórticos o postes. Un total de 32 cámaras vigilan en Galicia el uso del cinturón de seguridad: 15 en A Coruña, cinco en Lugo, cuatro en Ourense y ocho en Pontevedra. La mayoría de los dispositivos están ubicados en carreteras convencionales, donde se producen más del 905 de los accidentes de tráfico ocurridos en la comunidad. Los conductores interceptados sin el dispositivo de seguridad tendrán que desembolsar 200 euros y se enfrentarán además a la retirada de tres puntos del carné.

¿Como funcionan? Toman hasta cincuenta imágenes por segundo, lo que les permite ser un instrumento fiable para la detección de este tipo de infracciones. A la par están supervisadas por un sistema informático que reconocerá estas imágenes y que permitirá la detección de los conductores sin el cinturón de seguridad o si se circula utilizando el móvil. Estas nuevas cámaras, que ya empezaron a operar en fase de pruebas en abril del año pasado, toman imágenes de manera frontal, lanzado ráfagas de imágenes sobre la zona delantera de los vehículos. Las cámaras graban la parte delantera de los vehículos, pero tan solo se sanciona al conductor, la única persona que por ley puede ser identificada.