El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pidió ayer "un paso adelante" a los sindicatos "más interesados" en que haya un acuerdo que ponga fin a la huelga en la Justicia frente a aquellos otros que la están "utilizando como excusa" para "preparar una huelga general".

Feijóo señaló que, "lamentablemente", hay sindicatos cuyo "objetivo fundamental, conocido", es "preparar una huelga general" y que defienden intereses "políticos". Luego hay "otra parte de sindicatos que están más interesados en el acuerdo", a los que pidió que mantengan su postura respecto a los preacuerdos que la Xunta sostiene se alcanzaron la pasada semana.

Por su parte, los sindicatos acampados desde el lunes ante la sede de la Xunta en San Caetano advirtieron de que "no se moverán" hasta que el vicepresidente de la Xunta y responsable de Xustiza, Alfonso Rueda, reabra el diálogo o hasta que ellos mismos "tengan que entrar" en el edificio administrativo. Su intención es "esperar la llamada del conselleiro" para "acabar con el conflicto" que deja "más de 20.000 juicios y actuaciones paralizadas" hasta 2020.

"Lo que tenemos que hacer es sentarnos, llegar a un acuerdo, llevárselo a los trabajadores y poder decirles que es un buen acuerdo y que permite una paz social de largo recorrido", aseguró el representante de Alternativas na Xustiza-CUT, Pablo Valeiras.

Las negociaciones de la huelga, que se convirtió en indefinida el 7 de febrero, están rotas desde el miércoles pasado, cuando la Xunta ofreció un aumento gradual en tres años de 135 euros al mes para los gestores, 127 para los tramitadores y 122 para los cuerpos de auxilio, que tuvo como contraoferta sindical la petición de aumento, también en tres años, de 140 euros para cada cuerpo.

En A Coruña, familiares de presos cuyos permisos penitenciarios se han visto afectados por la huelga se concentraron ante la sede del edificio de Nuevos Juzgados para protestar por los retrasos.