Primer varapalo de la Xunta a la mina de cobre que la multinacional Atalaya Mining y Cobre San Rafael se proponen reabrir en límites de los municipios coruñeses de Touro y O Pino. El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, advirtió ayer de que "tal y como está presentado" el proyecto "no es viable". No obstante, la Administración autonómica tendrá que analizar todos los informes para dar su veredicto "cuando acabe la tramitación" ambiental y "en base a evaluaciones técnicas", ya que la decisión aún "no está tomada".

En respuesta a una interpelación en el Parlamento de En Marea sobre los "numerosos aspectos negativos" de la explotación en Touro, según informes de varios organismos de la Xunta, y la "insensatez" de autorizar su reapertura, Conde reivindicó que el Ejecutivo gallego actúa "con responsabilidad, exigiendo a cada proyecto todas las garantías". La ley, recordó, "da un tiempo" a la empresa para "subsanar las deficiencias".

Desde En Marea, el diputado coruñés Pancho Casal sostuvo que el proyecto "no cumple prácticamente ninguno de los preceptos de la ley de minas de Galicia" y entre otros, citó que existe agua contaminada y que hay riesgos para la ganadería, además de "deficiencias en la documentación" y "carencias en la propuesta de la minera".

Por otra parte, más de 140 asociaciones, 33 ayuntamientos, dos diputaciones (A Coruña y Pontevedra) y miles de ciudadanos a título particular ya han dicho no al proyecto -que abarca casi 700 hectáreas y que podría llegar a las 2.000-. Con el aval de más de 26.000 firmas, los detractores de la explotación reclaman a la Xunta su paralización "sin más dilaciones" en defensa del medio ambiente y de sectores económicos como la ganadería, el turismo y la pesca.

La Plataforma Vecinal Mina Touro-O Pino Non y la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa registraron ayer en la Administración autonómica las miles de rúbricas recogidas durante los últimos meses a pie de calle, en manifestaciones, charlas informativas y la proyección del documental La amenaza del cobre. El objetivo: que el Ejecutivo autonómico paralice el proyecto y que firme ya la caducidad de la concesión.

Los detractores advierten de que ante los informes sectoriales "desfavorables" emitidos, "ya es el momento" de que la Xunta emita una resolución negativa, sin más dilaciones" ya que únicamente falta la declaración de impacto ambiental.

Isabel García, de la Plataforma Vecinal Mina Touro-O Pino Non, fue la encargada de cerrar ayer el acto de registro de firmas. De no ser paralizada la explotación, los afectados seguirán "desacreditando y comprometiendo la viabilidad y legalidad del proyecto, sumando apoyos y acudiendo a plenos de nuevos municipios y al actual Gobierno español". "

Las movilizaciones contra del megaproyecto a cielo abierto en Touro y O Pino comenzaron en septiembre del año pasado. En solo dos semanas presentaron en plazo más de 1.500 alegaciones. Entonces, el conselleiro de Industria ya avisaba a la empresa de que solo se permitiría la reactivación de la explotación si el proyecto resulta "viable" y reúne "todas las garantías ambientales, urbanísticas y económicas".

Tras la recogida de firmas en contra del proyecto, iniciada el pasado mes de marzo, los colectivos abrirán una campaña online en Change.org para que se sumen quienes no pudieron prestar su rúbrica en papel.