El apuñalamiento de un vecino de A Illa destapa una red de narcotráfico

Una relación personal tóxica y cuestiones supuestamente relacionadas con el trapicheo de droga parecen estar detrás del crimen ocurrido el viernes en Vilaxoán (Vilagarcía), que costó la vida a Luis Mariano Cañón Parada Boxeador, a manos de su cuñado José Fernández Otero Monaco. La Policía Nacional apresó también, aunque por un motivo bien diferente, a la mujer que huyó en un primer momento junto a Fernández Otero, así como a otro hombre que residiría en la vivienda.

Estos dos detenidos, no por el crimen, sino por las drogas, son hermanos, y resultan ser primos de la víctima. Se trata de Javier y María José C.P., que al igual que el fallecido y su presunto asesino, también son naturales de A Illa. Este sábado visitaron esposados y acompañados de agentes de la Policía Nacional el escenario en el que se originó la pelea que dio lugar al crimen. Asistieron así a un minucioso registro que se prolongó durante más de tres horas y en el que los agentes que dirige el inspector Luis Hombreiro localizaron casi 200 plantas de marihuana y una cantidad indeterminada de hachís.

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La instalación para mantener las plantas de marihuana era muy profesional y costosa, por lo que se sospecha que tendría una importante producción industrial cuando se encontrase a pleno rendimiento. Según ha trascendido a raíz del registro y la investigación sobre el crimen, los dos cuñados se encontraban en el interior del narcopiso visitando a los dos hermanos de A Illa. Se cree que el piso estaría siendo utilizado como punto de venta de estupefacientes y que fue esa actividad la que llevó a los dos isleños a esa casa en la tarde del pasado viernes.

Queda por determinar todavía qué fue lo que motivó la pelea que acabó con la muerte de Cañón a manos de Monaco, dos vecinos de A Illa que vivían una relación de amistad tóxica tras las denuncias de la hermana del segundo por los supuestos malos tratos del primero. De hecho, Fernández habría llegado a afirmar ante varios conocidos y en más de una ocasión que se lo haría pagar.

Fernández seguía ayer en dependencias policiales, aguardando al momento de declarar como investigado por el presunto homicidio de su cuñado. Ya había sido detenido en unas 70 ocasiones, entrando y saliendo de la cárcel por delitos de todo tipo, desde robos a agresiones, pasando por amenazas.

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