Sólo un par de meses después de que el pesquero de Marín Bahía de Portosanto pudiera abandonar el puerto mauritano de Nuadibú tras el pago de una fianza de un millón de dólares y más de cinco meses y medio de retención, otros dos pesqueros de Marín han sido retenidos por las autoridades del país africano y otros dos afrontan el mismo riesgo.

Ayer por la tarde el Ministerio de Medio Marino confirmaba la retención desde el pasado día 28 de marzo de dos pesqueros arrastreros marinenses de merluza negra que faenan al amparo del acuerdo de Pesca UE-Mauritania. Según informa el Ministerio, ambos barcos cuentan con licencias de Mauritania tramitadas por la UE y explica el motivo de la retención en "una divergencia sobre las condiciones de la licencia en relación con el modo de conservación de las capturas a bordo".

Francisco Teixeira, gerente de la Asociación de Armadores de Marín, explicó a este diario que los barcos retenidos son el Loremar y el Lameiro Uno. El primero pertenece a la empresa Pesquera Agasan y, el segundo, a Hermanos Lameiro S.L. La tripulación de cada uno de los buques está compuesta por catorce personas, de los que la mitad son de nacionalidad mauritana y, el resto, en su mayoría gallegos de la comarca de O Morrazo y otras cercanas.

Según explicó Teixeira, ambos buques se encuentran en la actualidad fondeados cerca del puerto de Nuadibú a la espera de la resolución del caso y las tripulaciones se encuentran "intranquilas y bastante desanimadas". Sobre el Lameiro Uno, según Teixeira pesa ya una multa de 30.000 euros mientras que se espera que sobre el Loremar recaiga una sanción similar.

Además, según las informaciones de los armadores, otros dos buques -tres según la patronal pesquera española- podrían estar también en riesgo de retención o incluidos en expediente de sanción. Se trataría del Fuente de Macenlle y del Portosanto, de la misma empresa armadora que el Bahía de Portosanto, en la actualidad faenando en Portugal por "pánico a volver allí", en palabras de su patrón, José Portas, que permaneció en el barco los cinco meses y medio de su retención, hasta el pasado mes de enero.

Según detalló Teixeira, ambos barcos tenían previsto dirigirse a Las Palmas a finales de marzo para descargar por lo que fueron inspeccionados. El Loremar, pasó la inspección sin problemas pero "veinte minutos después una lancha les obligó a dar la vuelta".

Según el portavoz de los armadores, la falta que Mauritania les imputa es una "falsa declaración técnica" en relación con el sistema de refrigerado. Por su parte, Javier Garat, secretario general de la gran patronal pesquera española Cepesca, precisó que consideran que el sistema de almacenamiento de capturas de estos barcos se basa en congelado, en lugar de en refrigerado como figura en su licencia de actividad.

Para Teixeira, Mauritania "no tiene que meterse porque el sistema o certificado de refrigeración que empleen los barcos españoles y de la Unión Europea es responsabilidad de las autoridades españolas y comunitarias".

El Ministerio de Medio Marino señaló ayer que desde que conoció la retención a través de la Secretaría General del Mar, la embajada de España en Mauritania y el embajador de la UE en ese país, a quien corresponde la gestión del acuerdo pesquero, se han coordinado para llevar a cabo todas las gestiones necesarias ante las autoridades mauritanas con el objetivo de facilitar la resolución a la situación que viven estos dos buques.

Por su parte, Teixeira culpa a la delegación de Pesca mauritana de la situación de los pesqueros españoles y asegura que "lo mejor es no renovar el acuerdo de pesca" con ese país "para ver luego qué hacen, porque esto no se puede consentir" y la UE debería "poner firme" al delegado de Pesca. Otras fuentes patronales atribuyen la retención de los pesqueros de Marín a una estrategia de presión para la renovación del acuerdo pesquero suscrito entre la UE y Mauritania en 2008. La comisión mixta de seguimiento de este acuerdo se había reunido el 22 de marzo en Marruecos para analizar los posibles problemas existentes.