El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo ayer que la respuesta a las actividades de piratería en el golfo de Guinea ha de ser concertada y a nivel regional e internacional para afrontar un problema que pone en peligro la economía y la seguridad de esos países africanos. "La amenaza se agrava porque la mayor parte de los Estados del golfo de Guinea tienen una limitada capacidad para garantizar un comercio marítimo seguro, libertad de navegación, así como la protección de los recursos marinos y para garantizar las vidas y la propiedad", afirmó Ban durante un debate en el Consejo de Seguridad.