Que la Consellería de Pesca utiliza a su antojo el Fondo Europeo de la Pesca es algo más que un presentimiento. Y lo acaba de demostrar, con gran alharaca, el secretario xeral do Mar, Juan Maneiro, acompañado de la directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro, Susana Rodríguez Carballo, encargada ésta hace unas semanas de comunicar a las cofradías de pescadores de Lira y Cedeira la suspensión de la vigilancia de las reservas marinas promovidas y auspiciadas en su momento tanto por la Consellería (entonces de Pesca) como por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

La demostración palpable: la Consellería carece de 48.000 euros para mantener este año la vigilancia y control de dichas reservas marinas de interés pesquero, pero dispone de más de un millón de euros para la vigilancia y gestión de los bancos marisqueros de las once cofradías de pescadores de la ría de Arousa.

Que no es que uno piense que, por atender aquello que Europa quiere promover -las reservas marinas- se tenga que abandonar lo que los gallegos queremos conservar: la conservación, protección y sostenibilidad de los recursos marinos mediante operaciones de salvaguarda del medio marino y de sus especies. Pero, oiga, es que por 48.000 euros más, la conselleira podría haber facilitado las cosas y dejar satisfechos a unos y otros.

Porque... ¿Cómo justifica Rosa Quintana que las reservas marinas no sean atendidas para evitar el furtivismo y facilitar la regeneración de especies destinadas a la práctica de una pesca y un marisqueo sostenible?

¿Será porque al frente de ambas cofradías (Lira y Cedeira) figuran personas electas y técnicos no muy afines al partido que gobierna en Madrid y en Galicia? ¿Será porque con los convenios de colaboración establecidos con esas 11 cofradías la Consellería se asegura una cierta tranquilidad hasta agosto del año que viene y previo a la convocatoria de elecciones autonómicas?

No tiene una explicación lógica. Y, menos todavía, el hacer coincidir en el tiempo una y otra acción: suspender la vigilancia -porque decir que el Servizo de Gardacostas se encargará de la misma es una boutade- en las reservas, y activar la vigilancia en los bancos marisqueros arousanos que, repito, están tan necesitados de ella como lo están las reservas. Y pasar del 1.084.602,75 euros para el marisqueo al 1.132.602,71 euros significa, exactamente, no comprar 4 coches de gama media para cualquier departamento administrativo de la misma Consellería.

Mal, muy mal. Infumable. Ni hecho a propósito. Impresentable. Nada nuevo, por no variar. Tal vez un poco más molesto.