La cigala escasea. Lo sabe la flota que la captura en Gran Sol y lo padece también la que faena frente a las costas de Galicia. Y esta falta de recurso queda patente en el análisis de la actividad comercial de las lonjas gallegas de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar. El contraste de los datos constata el incesante desplome en la última década de las descargas de cigala, uno de los mariscos más selectos del mercado gallego y español. Los desembarcos en el conjunto de la comunidad desde el comienzo de este año muestran que respecto a hace seis o siete ejercicios se han quedado en cerca de la cuarta parte y en menos de la mitad que hace una década.

El volumen de descargas de cigala en las lonjas este año -de 1 de enero a 9 de noviembre- se queda en 208 toneladas, frente a las 326 del mismo periodo de 2012 y a una abismal distancia de las 1.059 de 2006 y de las 1.112 contabilizadas en el mismo periodo temporal del año 2005 o de las más de 908 de 2004. Pero también muy lejos de los valores intermedios -superiores a las 500 toneladas- marcados entre 2001 y 2003 o en 2008 y 2009.

Y esta tendencia se repite si se analizan las lonjas con un mayor volumen de descargas de este marisco, comenzando por la de A Coruña -líder gallega en esta especie-, Vigo o Marín. Para el sector estos datos confirman lo que ellos mismos perciben desde hace unos años en su propia actividad, especialmente en Gran Sol y, en concreto, en el caladero conocido como Banco de Porcupine, cerca de la costa irlandesa, donde el sector no consigue "ni agotar la cuota" asignada.

Ante la escasez detectada, el sector español -gallego en su mayoría- demandó y consiguió hace tres años el establecimiento de una veda de tres meses al año, en mayo, junio y julio. Sin embargo, "las presiones irlandesas", asegura el sector gallego, dieron sus frutos y lograron que la Unión Europea decidiera rebajar la prohibición de captura de cigala en Porcupine a un solo mes este año. Y, para el próximo, está por ver. De momento, en la propuesta de Totales Admisibles de Captura (TAC) y cuotas del año próximo, las posibilidades de pesca de cigala en Porcupine y aguas cercanas a Irlanda quedaron sin propuesta. Mientras, para el golfo de Vizcaya se propone una rebaja del cupo del 18%, de un 9% para el Cantábrico Noroeste y del 10% en la zona que va desde Fisterra al golfo de Cádiz.

Sobre las posibles causas de la escasez de cigala en Gran Sol, el sector apela a dos hipótesis: la intensificación del esfuerzo pesquero por parte de flotas como la francesa, irlandesa o del Reino Unido, ante la escasez de bacalao, o a un posible cambio en las corrientes en Porcupine, que impide que los huevos de la especie se depositen en los fondos fangosos o arenosos que precisan y se pierdan en zonas rocosas, donde no logran el éxito reproductivo.

En paralelo, la cigala del stock sur -la zona que va desde Fisterra hasta el golfo de Cádiz- está sometida desde 2006 a un plan de recuperación y el propio sector señala la ausencia de capturas en el litoral gallego. La flota que opera en esa zona, ante la mala situación en que se encuentra el recurso, capturó menos de 3.000 kilos de cigala, pese a que tenía establecidas como posibilidades de captura un total de 19 toneladas.