El Gobierno busca aliados en todos los foros internacionales para que se prohíba a todas las flotas el corte de aletas de tiburones a bordo de los barcos (finning), una restricción que ya se aplica a los pescadores españoles y de la UE. El Ejecutivo contestó así a una pregunta acerca de las consecuencias de este reglamento para los barcos españoles, realizada por la diputada Olaia Fernández Dávila en el Parlamento. El Gobierno insistió en que la flota de España sufre la competencia desleal de otros pescadores, como los asiáticos. "No solo están habilitados para cortar aletas a bordo, sino que aun descartan los cuerpos", indicó el Ejecutivo.

El Ejecutivo destacó además las desventajas para la flota, provocados por el aumento de costes, la reducción de la capacidad de almacenamiento en bodega y los problemas de seguridad derivados de las operaciones de cercenamiento de aleta en puerto.