Efectivos de la policía procedieron ayer al registro de las sedes de dos empresas pesqueras de Vigo y Redondela por su presunta vinculación con buques incluidos en la lista de pesca ilegal de la Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida (Ccrvma). Según fuentes del sector se trata de sociedades "de pequeño tamaño" que importaban róbalo, especie más conocida como bacalao de profundidad o merluza negra, que habrían sido capturados por buques piratas perseguidos por autoridades internacionales y que utilizan banderas de conveniencia -como Panamá- para faenar al margen de la ley. Según las mismas fuentes, los registros, enmarcados dentro del llamado operativo Sparrow II (impulsado por el Ministerio de Agricultura), son ajenos a las principales pesqueras viguesas. El Ejecutivo declinó a este diario ofrecer ninguna información porque el proceso está "judicializado".

"No tenemos constancia de que ninguna compañía de Vigo importe esta especie", explicó la Cooperativa de Armadores (ARVI), que desconocía que se hubiesen producido dichos registros. De hecho, su presidente, Javier Touza, expuso desde el primer momento sus dudas de que se tratase de una compañía armadora y apuntó a una firma "de compraventa o transformación". "Las armadoras de la zona que se dedican a esta actividad están perfectamente controladas, tanto las que pescan en el Ártico como en Chile y Malvinas", expusieron otras fuentes del sector a preguntas de este periódico. "Probablemente se trate de una oficina con un trader (agente de compraventa), con lo que ni siquiera se podría considerar una empresa pesquera", añadieron.

Actualización

El Diario Oficial de la UE publicó ayer la nueva lista de buques que practican pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. La Comisión debe actualizar la lista de la Unión Europea de los buques "presunta o notoriamente involucrados en la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada" que le transmitan las organizaciones regionales de ordenación pesquera.