A falta de poco más de dos meses para la celebración de las elecciones generales, armadores y tripulaciones de la flota de bajura española están decididos a hacerse notar para que, gane quien gane los próximos comicios nacionales, sea consciente de que el cerco, el arrastre de litoral, el trasmallo, la volanta, el xeito, artes menores, etcétera, están disconformes con la gestión de la pesca ordenada desde la Secretaría General de Pesca.

Sería la primera vez que la totalidad de flotas del norte y noroeste, golfo de Cádiz, Mediterráneo y Canarias se unieran para realizar una protesta que, aunque basada en la falta de cuotas de pesca, es mayor por las sanciones de todo tipo que recaen sobre las embarcaciones y que hacen que éstas sean inviables económicamente con los pocos recursos pesqueros a los que pueden optar durante todo, el año debido a las restricciones que se imponen desde la Dirección General de Pesca.

Para la bajura gallega, en particular, los problemas se incrementan ante la evidencia de que la Consellería do Mar está más preocupada ahora mismo por solucionar los problemas del sector acuícola que por los del pesquero. Máxime después de que se hubiera dado a conocer la posibilidad del anclaje en alta mar de jaulas de cría de diversas especies, que restringiría las posibilidades de pesca para todo ese segmento de flota que faena a poco más de un par de horas de navegación desde la mayoría de los puertos de Galicia.

Las embarcaciones de bajura barajan la posibilidad de movilizaciones de distinto carácter -por mar y en tierra- en la totalidad de los puertos del Estado español e incluso la ocupación simbólica de algunos de ellos, paralizando su actividad y para hacer visible el malestar de una flota que, además de suministrar pescado diariamente a los mercados españoles, contribuye notablemente al empleo directo de más de 30.000 ciudadanos y otros 20.000 indirectos (además de facilitar la fijación de población en zonas costeras que, de no ser por la pesca, estarían prácticamente paralizadas).

El sector quiere que en esas movilizaciones participen también las cofradías y organizaciones de pesca de todo el país, en una demostración de fuerza unitaria que ponga fin, de una vez por todas, a la fragmentación que les hace más débiles tanto ante las estructuras del Estado y de las comunidades autónomas, como ante la Unión Europea.