El secretario general de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, José Manuel González Gil de Bernabé, afirmó ayer que el Gobierno "apretó demasiado" al sector durante esta legislatura, al centrarse mucho en el control y menos en mejorar las normas. El representante de los pósitos considera que la Secretaría General de Pesca aplica con mucha dureza la normativa comunitaria e impone sanciones a la flota que califica de "aberrantes". "El Gobierno ha dado más importancia a cumplir las normas que a intentar cambiarlas. Los pescadores no entienden determinadas multas", declaró, y lamentó que la pesca pierda relevancia frente a movimientos ambientalistas que, en su opinión, actúan de forma muy sectaria.

González citó, entre las preocupaciones del sector, el reglamento que obliga a los barcos a avisar de ña descarga en el puerto cuatro horas antes de entrar en él y criticó además la política de la UE contra los descartes -capturas no deseadas de pescado que, una vez muerto, son arrojadas al mar-, que implica la obligación de que los buques descarguen todas sus capturas. "Estas exigencias son una locura", apuntó González. El secretario de los pósitos lamentó además la situación de algunas cofradías que han entrado recientemente en suspensión de pagos, como la de Cariño.